Con la llegada de las bajas temperaturas, hay algunas personas que experimentan reacciones bastante inusuales en la piel y en el cuerpo al estar expuestas al frío. Esta es una condición conocida como alergia al frío o urticaria por frío. Es una afección que puede ser confusa y molesta ya que sus síntomas pueden parecerse a los de otras afecciones y confundirse.
La alergia al frío es una reacción física provocada por la exposición a bajas temperaturas, viento helado o contacto con agua muy fría. Se la conoce como urticaria por frío, y aunque no es una alergia en el sentido clásico de la enfermedad, lo que hace es que el cuerpo responda de manera bastante exagerada al frío, liberando histamina y otras sustancias que provocan los síntomas.
Es una condición que puede afectar tanto a niños como adultos, aunque la mayoría de casos, esta alergia al frío se manifiesta en la adolescencia y puede ser aguda o crónica. Esta urticaria por frío primaria no tiene una causa subyacente conocida, aunque, en algunos casos puede estar asociada a alguna enfermedad autoinmune u otras patologías.
Los síntomas que puede presentar esta afección varían en intensidad dependiendo de la persona y la duración de la exposición, siendo los más comunes:
Para confirmar que el paciente padece esta urticaria por frío, los médicos pueden realizar una prueba sencilla: simplemente colocar un cubito de hielo o un objeto frío sobre la piel del antebrazo durante intervalos de uno, tres, cinco y diez minutos. En el caso de que la piel reaccione con ronchas o hinchazón, se procede a diagnosticar la condición. Además, se suele recomendar una revisión exhaustiva para poder descartar causas secundarias como puedan ser enfermedades autoinmunes, hepatitis o infecciones.
La causa exacta de la alergia al frío sigue sin estar clara, pero se sabe que se produce cuando el sistema inmunológico libera histamina en aquellos momentos en los que la piel experimenta un cambio repentino de temperatura.
Una de los factores puede ser que haya una predisposición genética a padecer esta alergia, en el caso de que haya algún familiar que la padezca o haya padecido. También puede ser una enfermedad subyacente relacionada con el lupus, mononucleosis o síndromes autoinmunes. Algo que también lo puede provocar es vivir en climas fríos y que haya una exposición frecuente, ya que, vivir en zonas de inviernos duros incrementa el riesgo.
Algunos ejemplos de desencadenantes pueden ser nadar en agua fría en un día caluroso, hacer ejercicio en un ambiente frío y ventoso o, también puede aparecer cuando se toma un refresco muy frío en un día de mucho calor. Son las temperaturas frías las que pueden causar la activación de los mastocitos, lo que provoca la liberación de histaminas e inflamación. El cuerpo identifica el frío como un invasor extraño y ataca el tejido sano que está expuesto.
En cuanto a los tratamientos, no existe una cura definitiva para la alergia al frío, aunque se pueden controlar los síntomas de diversas maneras, como pueden ser con antihistamínicos, éstos son el tratamiento más común, ya que bloquean la acción de la histamina y reducen la picazón y las ronchas. En casos más graves, se pueden recetar medicamentos como los corticoides o algún otro inmunosupresor bajo supervisión médica.
Una manera de prevenir los síntomas, es evitar el frío extremo, vestirse con varias capas usando siempre guantes y cubriendo bien el rostro. Además, también es ideal evitar los cambios bruscos de temperatura, en caso de tener que salir a ambientes muy fríos, lo ideal es introducir poco a poco el cuerpo en ese ambiente.
Algunas recomendaciones para poder vivir con esta alergia al frío es mantener la piel muy hidratada, ya que, de esta manera se protege la barrera cutánea. También se recomienda llevar calentadores portátiles, ya que, en caso de actividades al aire libre donde se tenga que estar mucho tiempo a la intemperie, es muy conveniente. Por último, en caso de que ya se hayan sufrido y se tenga conocimiento de que son muy severas, siempre se debe llevar un bolígrafo de epinefrina, en caso de emergencia.