Carmen y Bea son dos hermanas que han superado un cáncer cada una y que siguen vivas gracias a la ciencia. Las dos han querido transmitir un mensaje positivo y recuerdan que la clave es invertir en investigación porque salva vidas. Carmen tiene 37 años y tres hijos. Después de idas y venidas, sin un diagnóstico claro, le dijeron lo que tenía.

"Estoy aquí hoy gracias a la investigación de personas como Cris contra el cáncer, que hace un esfuerzo brutal en investigar, hace terapias avanzadas y tratamientos alternativos para gente que está desahucio", reconoce Carmen.

Carmen y Bea son hermanas y las dos han tenido dos cánceres incurables. Ambas hablan de milagro pero saben que es ciencia. A Carmen le diagnosticaron un linfoma con muy mal pronóstico. “Me dijeron que no me metiera en Google, pero soy optimista por naturaleza y nunca pensé que me iba a morir”, destaca Carmen. "Mi cáncer tiene muy altas probabilidades de recaer y hoy estoy fenomenal", añade.

Cuando empezaba a encontrarse mejor, la vida llegó con otro palo: a su hermana Bea, con 32 años, le diagnosticaron un cáncer de mama metastásico estando embarazada. "Es mil veces peor ser acompañante que sufrir un cáncer", reconoce Carmen. “Le oímos el corazón pero no pudo ser. Me dijeron que me quitaban los ovarios y les dije que sí porque muerta no hago nada, tampoco voy a tener hijos", explica. Seis meses después está viva.

Tenía metástasis en varios órganos y empezó con un tratamiento dirigido que hace dos años estaba en ensayo clínico. Seis meses después, está limpia. Las dos participan en la campaña de Cris contra el cáncer para recaudar fondos para tratamientos personalizados, oncología de precisión. “Para mí cobra más sentido porque necesito que la investigación vaya más rápido que el cáncer de mi hermana”, confiesa Carmen. Ellas son el ejemplo de que con investigación se puede ganar al cáncer.

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