La limpieza de las calles en Madrid ha saltado al centro del debate público tras la reciente publicación de un mapa interactivo que clasifica las calles de la ciudad según la frecuencia con la que son limpiadas. Este mapa, accesible a través del Geoportal del Ayuntamiento de Madrid, y buscando por “limpieza”, no solo refleja la organización de los servicios públicos, sino también revela ciertas desigualdades en la distribución de recursos entre los distintos distritos de la capital.
El mapa establece cuatro niveles de limpieza, cada uno representado por un color:
Según el Ayuntamiento, la asignación de estos niveles responde a criterios como la densidad de tránsito peatonal y vehicular, así como la generación de residuos en cada área.
El análisis del mapa ha desatado una ola de críticas, especialmente desde los distritos del sur y el este de la ciudad. Mientras que zonas como Salamanca y Chamberí —con niveles de renta más altos— están predominantemente categorizadas en los niveles 1 y 2, barrios como Villaverde y Puente de Vallecas, con menor renta per cápita, aparecen principalmente en los niveles 3 y 4.
Distintas organizaciones vecinales y ciertos grupos políticos han señalado que esta distribución podría perpetuar desigualdades existentes, al otorgar menos recursos a las zonas que más podrían necesitar atención. “La limpieza viaria es un servicio básico y debe garantizarse por igual en todos los barrios, independientemente de su nivel socioeconómico”, afirma Elena Martínez, portavoz de una plataforma vecinal en Carabanchel.
El Ayuntamiento, sin embargo, defiende su modelo de organización, asegurando que se trata de un sistema basado en datos técnicos y objetivos. “La clasificación responde a la densidad de uso de cada calle, no a factores económicos o sociales”, han declarado desde el ayuntamiento.
Los ciudadanos interesados en consultar la frecuencia de limpieza de su calle pueden hacerlo a través del Geoportal del Ayuntamiento de Madrid. Este sistema permite introducir una dirección específica y visualizar el nivel de limpieza asignado, así como las prestaciones incluidas.
La transparencia en la información, según expertos en gestión urbana, es un paso positivo hacia la mejora de los servicios públicos. Sin embargo, también deja al descubierto áreas donde podría ser necesario un reajuste de los recursos.
La limpieza de las calles no es solo una cuestión meramente estética; sino que también afecta a la calidad de vida de los residentes. Una investigación realizada por la Universidad Politécnica de Madrid concluye que los niveles de limpieza están directamente relacionados con la percepción de seguridad y bienestar en las ciudades. Las calles limpias invitan a realizar un mayor uso del espacio público y fomentan la cohesión social.
En Madrid, las zonas con menor frecuencia de limpieza suelen ser las mismas que se enfrentan a otros desafíos urbanos, como altas tasas de desempleo o falta de infraestructuras. “El cuidado del espacio público es también una forma de dignificar los barrios”, afirma Juan Gómez, urbanista y consultor.