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Accesos sin despejar dos meses y medio después de la DANA: la denuncia de los vecinos de Torrent
Los daños de la DANA a través del barranco de Torrent fueron enormes
Los vecinos piden una solución para los caminos que dan acceso a los cultivos y las casas
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Indignación en los vecinos de Torrent, donde las entradas y salidas de barrios, urbanizaciones o centros comerciales siguen estando destrozados. Después de más de dos meses de la DANA, reclaman más ayuda para que se pueda solucionar todo lo que queda por hacer, según informa Manu Reyes.
“Ya me canso porque han pasado tres meses. Entiendo la primera y la segunda semana e incluso el primer mes. Sé que hay gente peor que yo, pero en tres meses ha dado tiempo a que alguien se pase por aquí”, lamenta uno de los afectados.
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Los accesos de las zonas afectadas por la DANA, sin despegar todavía
Un edificio de Torrent nos sirve de símbolo para ver lo que ocurre en esta zona después de más de dos meses de la DANA. Por una cara aparenta rutina, aunque por el otro se puede ver todo lo que queda por hacer. La valoración de los ingenieros que trabajan allí es que el bloque de viviendas se tiene que derribar. “Están totalmente en ruinas y hay que demolerlos. No sé qué se hará con los propietarios ni cómo se gestionará todo este tema”, indica Víctor Hernández, ingeniero civil.
Los daños de la DANA a través del barranco fueron enormes. Ahora, queda la destrucción que causaron y que se convirtió en un foco de problemas. “De momento, las cosas están amontonadas. Menos mal que hay un paso por el barranco, la gente que vive por las masías ya pueden pasar”, asegura uno de los vecinos.
Incertidumbre e incomodidad entre los vecinos de la zona
La imagen de la casa de Sonia lo dice todo. Hoy, la están reparando pero, según se recorre los caminos del interior de las urbanizaciones, solo se observa desolación y desesperación de muchos vecinos. “Tengo que tirarla porque hay que construir nuevas. Lo dejaron abandonadas”, apunta Sonia.
Los vecinos piden una solución para los caminos que dan acceso a los cultivos y las casas que todavía no se saben si se podrán reconstruir o si serán derribadas. De momento, lo que queda es incertidumbre e incomodidad ante todo lo que queda por hacer después de más de dos meses de la DANA.
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