El 1 de enero de 2025 marca un hito en la regulación del tráfico en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en España. Este cambio responde a la necesidad de reducir las emisiones contaminantes en áreas urbanas y mejorar la calidad del aire, especialmente en grandes ciudades donde la densidad de tráfico tiene un impacto significativo en el medio ambiente y la salud pública. Pero, ¿qué vehículos se verán afectados? ¿Cómo se aplicarán estas restricciones y qué alternativas existen?
Las ZBE son áreas delimitadas en las que se restringe el acceso a vehículos que no cumplen con ciertos estándares de emisiones. Estas zonas, impulsadas por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de 2021, serán obligatorias en todas las localidades de más de 50.000 habitantes y en aquellas de más de 20.000 con altos niveles de contaminación.
El objetivo principal de las ZBE es reducir la contaminación atmosférica en un 50% para 2030, una meta alineada con los compromisos adquiridos en el Pacto Verde Europeo. Además, estas medidas buscan promover una transición hacia formas de transporte más sostenibles, como los vehículos eléctricos y el transporte público.
Las restricciones en las ZBE a partir de 2025 se centrarán principalmente en los vehículos sin distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT), pero no se limitan únicamente a ellos. Los vehículos con distintivos B y C también tendrán que afrontar limitaciones dependiendo de la ciudad.
Vehículos sin distintivo ambiental
Estos vehículos, clasificados como de categoría A por la DGT, son los que más contaminan y serán los primeros en quedar excluidos de las ZBE en todas las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes.
La circulación de estos vehículos estará completamente prohibida dentro de las ZBE, lo que incluye zonas céntricas y de alta densidad de tráfico.
Vehículos con distintivo B
Aunque los vehículos con distintivo B tienen permitido el acceso a las ZBE bajo ciertas condiciones, a partir de 2025 muchas ciudades como Madrid aplicarán restricciones adicionales.
Vehículos con distintivo C
Los vehículos con distintivo C también se enfrentarán a restricciones progresivas, aunque tendrán más flexibilidad que los clasificados como B. Las normativas específicas varían según la ciudad, pero algunas ya han anunciado que limitarán su acceso en los próximos años, especialmente durante episodios de alta contaminación.
Excepciones a las restricciones
No todos los vehículos estarán sujetos a estas limitaciones. Algunas excepciones incluyen:
Estas excepciones buscan equilibrar la transición hacia una movilidad sostenible con las necesidades prácticas de ciertos colectivos.
Las restricciones en las ZBE no solo afectarán a los vehículos, sino también a sus propietarios, especialmente a aquellos que dependen de su automóvil para desplazarse diariamente. Según datos recientes, cerca del 32% del parque automovilístico en España está formado por vehículos sin distintivo ambiental, lo que supone un desafío significativo para la adaptación a las nuevas normativas.
Para facilitar esta transición, se han implementado medidas como subvenciones para la compra de vehículos eléctricos o híbridos enchufables a través del Plan MOVES III. Además, muchas ciudades están ampliando sus redes de transporte público y promoviendo el uso de bicicletas y patinetes eléctricos como alternativas sostenibles.
La implementación de las ZBE irá acompañada de un despliegue tecnológico significativo para garantizar su cumplimiento. Entre las herramientas clave están los lectores de matrículas, que son cámaras instaladas en los accesos a las ZBE que identificarán automáticamente a los vehículos autorizados mediante la base de datos de la DGT.
De esta forma, los vehículos que accedan ilegalmente recibirán sanciones de forma automatizada. Las multas pueden oscilar entre los 100 y 200 euros dependiendo de la ciudad y la gravedad de la infracción.
Las restricciones de circulación en las ZBE a partir de 2025 representan un cambio significativo en la movilidad urbana en España. Aunque estas medidas buscan mejorar la calidad del aire y fomentar la sostenibilidad, también plantean desafíos importantes tanto para los conductores como para las autoridades locales.