La época navideña y la llegada de olas de frío a la península traen consigo el aumento de la incidencia de incendios en viviendas. Las estufas y los adornos de Navidad representan unos de los mayores factores de riesgo para los incendios. Como informan Marta Álvarez y Raquel Duva en el video, decenas de llamadas a los bomberos se producen por estos elementos durante estas fechas.
Los incendios en viviendas aumentan sin control en invierno. La presencia de estufas en las casas representan un grave peligro para las familias que conviven con ellas. Tal y como explica Javier García, instructor de prevención de bomberos, la estufa catalítica “funciona con gas que genera una llama”, representado una de las causas más frecuentes de incendios. Los profesionales recomiendan “alejarlas mínimo un metro de cualquier elemento combustible”, como puede ser el árbol de Navidad por sus adornos.
La Navidad es otro factor de riesgo por los ornamentos y decoración del interior de los hogares: “Queremos todo el mundo tener un árbol con adornos, con luces, pero una de las cosas más importantes es tener un árbol certificado. Si es posible, que no tengamos un interruptor de corte”. Si “conectamos muchos aparatos” a las regletas con este tipo de interruptores, “se va a sobrecalentar. Como es un elemento termofusible de plástico, puede originar una llama”.
Las bombillas que ponemos en el árbol de Navidad deben estar también en buen estado “porque a veces de tanta vuelta que les damos se puede tensar un cable y generar algún problema de cortocircuito”.
Las velas son un elemento decorativo más, pero hay que tener en cuenta que estos objetos tengan “una base sólida, una base estable”, a ser posible “utilizar velas tipo LED que funcionan con pila". También hay que tener cuidado con el material pirotécnico que tanto se estila en estas fechas. Los petardos y las bengalas pueden ser extremadamente peligrosos, y por supuesto, no se deben utilizar “en el interior de la vivienda”.
Gran parte de los incendios en viviendas se producen por la noche en los salones como consecuencia de algún cortocircuito. La mayoría de las víctimas son hombres mayores de 65 años. Las últimas víctimas mortales pertenecen a la localidad sevillana de Villaverde del Río.
Una madre y su hija de 14 años fallecían de madrugada en su vivienda como consecuencia de un incendio que se originó en el interior del hogar. Ambas murieron por inhalación de humo. Su fallecimiento se suma a las otras 30 víctimas mortales que acumula la comunidad de Andalucía este año, la zona con mayor número de defunciones por incendios en viviendas.
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