Los hitos que cambiaron la vida de las personas sordas: desde los subtítulos en una serie hasta un colegio inclusivo
"El problema era que no me enteraba de nada porque no había accesibilidad en la televisión", dice Loli Bermejo
Todo cambió gracias a una 'Fundación Dales la Palabra', liderada por Dori y su marido Marcos
La fundación creó un centro concertado hace 23 años para incluir a las personas sordas
En el Día de la Discapacidad hemos querido hablar de las personas sordas y de un hito que les cambió la vida: los subtítulos en una serie de televisión, que se emitía en esta casa hace 25 años, junto a los implantes cocleares y los colegios intrusivos. Todo esto ha hecho que la integración de este colectivo sea total, según informa Sandra Mir.
En el año 1995, la serie ‘Médico de familia’, que se emitía en ‘Telecinco’ tenía un 43% de audiencia. Todos la adoraban al verla, pero no todos la escuchaban. Pero esto cambió gracias a una 'Fundación Dales la Palabra', liderada por Dori y su marido Marcos, dos jóvenes logopedas que iban a revolucionar el mundo de los sordos. Y uno de sus hitos fue subtitular en televisión la primera emisión de la historia: ‘Médicos de familia’.
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"El problema era que no me enteraba de nada", recuerda Loli Bermejo
Hace 30 años, las personas sordas no podían escuchar la televisión. Ahora, todo ha cambiado. La fundación creó este centro concertado hace 23 años. "El problema era que no me enteraba de nada porque no había accesibilidad en la televisión. No podía ver series porque los planos son bocas hablando", recuerda Loli Bermejo, pedagoga en el Colegio Tres Olivos.
Y cuando se subtituló la serie 'Médicos de familia', a Loli le dio un giro su vida: "Creo que fue uno de los días más importantes de mi vida, junto a los implantes cocleares y empezar a trabajar en una escuela inclusiva". "Una de las cosas que nos preocupaba era el acceso a la cultura y a la televisión", explica Adoración Juárez, de la Fundación 'Dales la palabra'.
"Intentamos que el dinero no sea un elemento discriminatorio", según Adoración Juárez
Aquí los niños sordos se integran en cada clase porque todo el colegio los involucra. Desde pequeños, los que no tienen discapacidad auditiva usan el lenguaje bimodal para hablar con sus compañeros. La gran mayoría lleva implantes cocleares, como Alejandro: "Me lo pusieron con 11 meses y si fuesen acuáticos madre mía. No te enteras lo que dicen tus compañeros en la piscina".
Hay semáforos en cada clase para no aumentar la voz y un equipo de logopedia especializado que les ayuda a mejorar el habla. "Es un colegio inclusivo e intentamos que el dinero no sea un elemento discriminatorio", sostiene Juárez. Aquí se unen pasado y presente de una discapacidad que afortunadamente ha avanzado pasos de gigantes en las últimas décadas.
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