La marea de solidaridad que ha inundado la Comunidad de Valencia ha sido inmensa. Miles de voluntarios se han pasado retirando escombros el fin de semana. Muchos de los vecinos afectados se encontraban sin agua, sin comida y sin luz. Como informan Diego Arce y Hugo Domínguez en el video, la llegada de los servicios de emergencia a las localidades azotadas por la DANA ha provocado que la comunidad corte numerosas carreteras, restringiendo el acceso de civiles y trabajadores a los municipios más perjudicados.
La DANA se ha cebado sobre todo con la provincia de Valencia. Casi una semana después, hay todavía domicilios sin vaciar y accesos bloqueados. La cantidad de escombros que obstaculizan las calles es descomunal, muchas parecen auténticos vertederos. Nadie se ha llevado todavía toda esa cantidad de muebles, coches, y montones de barro que han ido sacando los voluntarios y vecinos en las localidades más perjudicadas. Su actividad ha sido más que fundamental en la catástrofe. Durante días, han sido los únicos que han accedido a los pueblos, como manifiesta Aurelio, un vecino: “Yo sobre todo quiero manifestar la solidaridad que he visto. Todo el mundo vamos a una, aquí no hay partidos políticos ni nada, hay una tragedia enorme y estamos todos arrimando el hombro como podemos”.
Muchos de ellos, además de trabajadores y familiares no tienen la misma facilidad para entrar hoy a los pueblos arrasados. Desde el fin de semana se han ido realizando cortes y controles en las carreteras de la provincia. Iban a ser en principio hasta que finalizase el puente, pero se han ampliado hasta el martes, generando un absoluto caos en el tráfico de Valencia: “De salir de Torrente para ir a Paiporta a limpiar llevo cerca de dos horas ya” cuando en un día normal el recorrido se hace en “cinco minutos”, nos comenta uno de los afectados. Según la DGT, las restricciones se han impuesto “para que la movilidad de los servicios de emergencia y provisión de bienes de primera necesidad sea lo más fluido posible".
Los voluntarios se encuentran retenidos por los controles de la policía local en las carreteras: “Traemos desde Madrid un camión, dos furgonetas, un 4×4”, “llevaremos aquí en una cola unos 25 minutos o así”. Hasta seis carreteras con acceso a Valencia han sido cortadas: la A3 y la A7 en varios puntos que conectan Catarroja, Picanya o Paiporta. Tras varias horas retenidos, centenas de voluntarios han optado por dejar los vehículos en cualquier punto y acceder a pie a las zonas afectadas para ayudar a los vecinos: “Nosotros porque vivimos muy cerca y venimos por los campos y conocemos esto. Tenemos un familiar que ha intentado venir desde Valencia y ha suido imposible, ni caminando si quiera”, declara una pareja.
Las restricciones no han afectado solamente a los voluntarios, hay numerosos trabajadores que no han podido acceder a sus puestos, como expone una farmacéutica: “Yo voy al trabajo, es una farmacia, tengo hasta un papel que me ha firmado la empresa y no puedo pasar”. Muchos han optado por intentar acceder por carreteras secundarias, pero las aglomeraciones son kilométricas: “Soy enfermera, no llego”.
Las retenciones están impuestas hasta este martes. Mientras, miles de voluntarios, familiares y trabajadores intentan movilizarse como pueden con el fin de ayudar lo máximo posible a aquellos que lo han perdido todo en la riada.
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