Balance de daños tras el paso de la borrasca Kirk: los vientos huracanados se ceban con Galicia y Valladolid

En España se hace balance de los daños por el paso de la borrasca Kirk. Hoy, la jornada será mucho más tranquila con lluvias y viento más débil en el norte. Galicia amanece con la resaca del temporal y con más de 1.000 incidencias. Según informa Laura Queijeiro, miles de hectáreas de plantaciones de maíz fueron arrasadas y se registraron daños en edificaciones, árboles arrancados e inundaciones en zonas cercanas a los ríos.

La borrasca Kirk dejó la imagen más impactante en Porto do Son, donde se han derrumbado tres de las cuatro pareces de un polideportivo. Los técnicos evalúan los destrozos de los bloques de hormigón que colapsaron por los fuertes vientos. Las clases fueron suspendidas hasta el lunes.

La peor imagen de Kirk en Galicia se registra en Porto do Son

En Porto do Son, los vecinos caminaban entre bloques de hormigón tras el derrumbe de la pared de un polideportivo ayer. Hoy, la imagen es la recogida bloque por bloque para intentar recuperar la normalidad lo antes posible. “Dentro hay mucho material y teníamos miedo de que si se caía la pared a un lado que no debería, nos quedásemos sin nada”, confiesa uno de los estudiantes.

Con el viento en contra, han sido pocos los que aguantaban los vaivenes del temporal. Como, por ejemplo, un colegio de Pontecesures, donde con grúa y casco se intenta arreglar parte del tejado. Ahora, son los equipos de limpieza los que intervienen en las calles -con árboles centenarios por los suelos- para arreglar el desastre de la mejor manera posible.

Los daños de Kirk en Valladolid, otra de las zonas afectadas

Según informa Verónica Melendre e Idoia Rivas, los bomberos llevan toda la mañana retirando los elementos inestables que hay en Valladolid. El objetivo es coser la parte doblada de los andamios que fueron arrancados por la fuerza del viento, ya que rompió varios anclajes de la chapa del tejado. Por suerte, cayó en una zona de acceso a los portales donde no había nadie.

“Toda la pieza prácticamente arrancada de golpe, como si fuese una lata de sardinas”, explica Javier Reinosa, jefe de bomberos de Valladolid. También se desplomó un andamio en Santoña, donde no había ningún obrero subido y no hubo que lamentar una tragedia. Ahora, habrá que esperar a que baje el viento para volver a levantarlo. Pese a la tregua que se vive durante este jueves, mañana entrarán de nuevo las lluvias en España. 

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