Carla Maronda tiene 25 años y perdió sus brazos y sus piernas por culpa de una bacteria en marzo de este año. Todo ocurrió durante una operación que, en principio, no tenía complicaciones. Gracias al apoyo que ha recibido, tiene unas prótesis para volver a andar. "Los primeros pasos los sentí después de seis meses sin andar, como que me estaban dando muchísima fuerza", asegura.
Carla entró al quirófano por una operación menor y al despertar ya no tenía ni piernas ni brazos. "Tuve un paro cardíaco mientras me estaban intubando. Al día siguiente, tuve dos o tres paradas más", recuerda. Con las nuevas prótesis -que parecían inalcanzables por ser muy caras- su vida ha cambiado.
Carla necesita unas prótesis para los brazos y las piernas. De momento, ha logrado las segundas. "El momento de ponerme de pie no lo recuerdo como un instante de felicidad porque me hacía un montón de daño", confiesa. Y ahora necesita unas manos. "Cada una está entre unos 85.000 y 130.000 euros. Todas las manos no sirven para lo mismo. Por ejemplo, las que se usan para hacer ejercicio no sirven para el día a día", añade. Ella sigue apoyándose en su familia y amigos, quienes la ayudan en este gran cambio.
"El mundo se ha volcado mucho en mi situación y la verdad es que vamos a conseguirlo", indica Carla, quien tiene un próximo objetivo: ayudar a otros que estén viviendo lo mismo: "Yo tengo una asociación que es 'Tus Manos son Mis Manos' para que me puedan dar la ayuda necesaria para conseguir mis manos, pero la idea es que crezca a gran escala y poder ayudar a más personas". A todos los que viven un momento similar, Carla les tiene un mensaje: "La fortaleza está en la mente y los límites nos lo ponemos nosotros. Si tú no luchas, nadie va a hacerlo. Hay que luchar, no queda otra". Son unas palabras que nos sirven a todos de ejemplo.
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