Redescubrir la vida tras sobrevivir al suicidio, la historia de María: "El dolor era insoportable"

El suicidio es la segunda causa de muerte en España, donde todavía no existe un Plan Nacional de prevención. Tan solo en 2023, murieron 4.227 personas, según informa Patricia Pereda. Y las cifras aumentaron entre los adolescentes. Pero hay otros casos como el de María, donde sí fue posible tener un final distinto. Ella tuvo una depresión profunda hace tres años y medio, lo que la llevó a querer quitarse la vida.

“Yo no podía soportar ese día el dolor, era insoportable. No podía respirar y empecé a tomarme la medicación”, confiesa María. Para ella, la ayuda de su hermano fue crucial para salir de ahí.

“Lo complicado es luchar por vivir cuando no quieres hacerlo”, reconoce María

María tuvo una depresión profunda hace tres años y medio. El dolor era tan intenso y profundo que intentó quitarse la vida. “Cuando me ingresan, estoy en la UCI y me dan el alta. El responsable de que no me pase nada es mi hermano porque realmente fuimos a salud mental y, hasta un mes después, no me daban cita con un psiquiatra”, afirma.

Cuando se dio cuenta de la gravedad de su situación, todo cambió. “Empiezo a tomar consciencia y se viene todo encima: como afronto a mi familia y a la idea de que yo no quiero estar aquí. Lo más complicado es luchar por vivir cuando no quieres hacerlo”, añade.

“Para mí fue un proceso de redescubrir la vida”, dice la superviviente

Ella es consciente de que esto le puede ocurrir a cualquiera por lo que, según ella, es esencial que el Gobierno tome cartas en el asunto. “Le puede pasar a cualquier persona en cualquier momento de su vida. Un plan de suicidios es esencial”, indica María tras asegurar que “no hay suficientes psiquiatras y psicólogos especializados en la materia”. “Ni en la pública ni en la privada”, destaca.

María sabe que su salvación fue la 'Asociación Barandilla', donde entendió que la vida estaba llena de primeras veces. “Para mí fue un proceso de redescubrir la vida. Recuerdo la primera vez que bailé sin querer porque se te quitan las ganas de todo. Es un camino muy largo pero del que se puede salir e incluso experimentar la felicidad que tienes perdida y que piensas que no volverás a sentir”, concluye ella. Porque las historias como las de María nos recuerdan que sí es posible comenzar de nuevo si pides ayuda.

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