El silencio tras el suicidio de un familiar, una lucha constante: "Las fotos desaparecen sin que nadie lo hable"

Alberto Gómez lleva más de 20 años luchando contra el silencio tras el suicidio de su hermano mayor. Ni siquiera era capaz de pronunciar en voz alta su historia, hasta que entendió que tenía que romper con ese tabú que le estaba destruyendo. “Las fotos van desapareciendo sin que nadie lo hable”, asegura. Ahora, ha escrito un libro para hablar del duelo 'Contra el silencio', según informa Hugo Domínguez.

Desde los 18 años, Alberto ha sobrevivido rodeado de un silencio ensordecedor, de los que duelen. “Sobrevives a una pena, a echarle de menos sin hacer aquello que más te gustaría: hablar de tu hermano. El hecho de que muera por suicidio es lo que me frena”, confiesa. Él ha necesitado 23 años para tener el coraje de hablar de su hermano Eduardo.

“Me enfadé con él y durante mucho tiempo pensé en lo que nos había hecho”, reconoce Alberto

Alberto recuerda los instantes que disfrutaba en el campo junto a su hermano mayor Eduardo. Uno de los detalles que mejor guarda en su memoria es la forma en la que Eduardo le protegía y le acompañaba. Hasta que en 1997 se quitó la vida con 25 años. “Claro que me enfadé con mi hermano, claro que durante mucho tiempo pensé en lo que nos había hecho”, subraya. Sentimientos de rabia, culpa y angustia: “Pasa el tiempo y ese silencio no te lo quitas de encima. Las fotos van desapareciendo sin que nadie lo hable”.

El suicidio de Eduardo sigue sin comentarse en casa de sus padres. Y, aunque él necesitó 23 años para hacerlo, en 2020 comenzó a encontrar consuelo en un espacio de duelo con otros supervivientes. “Recordarle con una sonrisa, aunque duela, es bonito y justo. Hay episodios que son muy dignos de recordar”, indica con la emoción en sus ojos. Porque Alberto encontró, en esos días que estuvo rodeado de naturaleza y de su hermano, el refugio para rememorarlo como se merece: con los momentos felices.