Un estudio de la Universidad de Toronto asegura que ponerse a saltar de un vídeo a otro en el teléfono cuando estamos aburridos puede provocarnos todo lo contrario, que cada vez nos aburramos más. Saltar de un vídeo a otro de contenidos absurdos cada vez nos distrae menos, a más consumo, menos satisfacción. Los vídeos de cachorros, caídas, retos, memes; son los más consumidos. Los resultados del estudio se han publicado el 19 de agosto en la revista ‘Journal of Experimental Psychology: General’.
Un chico comenta: “Si uno me hace gracia ya no paro y como es todo el rato el mismo algoritmo, pues estoy riéndome ahí mucho tiempo”. Dónde los vemos, en qué situación y lugares; puede influir en la manera en la que nos atrapa. El estudio de la Asociación Americana de Psicología se hizo entre 1.200 participantes, en el que vieron un vídeo entero de 10 minutos sin poder saltarlo y después estuvieron viendo vídeos 10 minutos de forma aleatoria.
El 100% dijo que se aburría menos con la opción de cambiar, pero que les llenaba más ver un vídeo completo. El aburrimiento no es más que la señal de cambiar lo que estamos haciendo. Aunque las personas suelen recurrir al teléfono móvil mientras esperan en una cola o van en ascensor, investigaciones previas han descubierto que ese hábito evita que disfrutemos de muchas situaciones sociales.
Katy Tam, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad de Toronto: “Si la gente quiere disfrutar más la experiencia de ver un vídeo, puede intentar concentrarse en el contenido y reducir al mínimo el cambio digital, porque al igual que pagar por una experiencia más inmersiva en una sala de cine, se disfruta más sumergiéndose en los vídeos en lugar de saltarlos”.
Estudios anteriores han observado que la gente puede hacer daño a otros por placer, comprar impulsivamente, darse descargas eléctricas, respaldar orientaciones políticas extremas o adoptar comportamientos laborales contraproducentes; cualquier cosa para no aburrirse. Mucha gente tiene como pasatiempo ver vídeos cortos de YouTube, TikTok, Facebook u otras plataformas en sus teléfonos inteligentes.
Los resultados de este estudio fueron similares en otro experimento en el que los participantes veían un vídeo de 10 minutos en un segmento, pero podían avanzar o retroceder por un vídeo de 50 minutos durante 10 minutos en otro segmento. Katy Tam: “La conmutación digital puede hacer que el contenido de los vídeos en línea parezca carecer de sentido, porque la gente no tiene tiempo de comprometerse con el contenido o comprenderlo”.
El cambio digital puede ser una de las fuentes relacionadas directamente con el aburrimiento, ya que podría tener consecuencias negativas para la salud mental, ya que el aburrimiento crónico está relacionado directamente con síntomas depresivos, ansiedad, agresividad sádica y asunción de riesgos.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.