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Hay dos casos de okupación que preocupan a los vecinos de Valencia. Según informan David Torres, Paula Hernández y Lorelei Esteban en Noticias Cuatro; por un lado, la llegada casi a diario de personas a un hotel que cerró en 2011 y, por otro, una familia que ha ocupado una casa en una urbanización de chalés en San Antonio de Benagéver. No es un problema único de España, donde Desokupa formará en defensa personal a varios agentes de Policía; en los Juegos Olímpicos de París hubo mucha polémica por el desalojo de casi 500 okupas de una vivienda, calificado como “limpieza social”.
El viernes 16 se produjo la entrada forzosa de unos okupas a la urbanización de chalés. En la urbanización valenciana hay vigilancia por parte de la Policía y de la Guardia Civil las 24 horas del día. Los vecinos protestan diariamente a las puertas de la vivienda okupada. Ellos aseguran haber recibido amenazas de muerte por parte de los okupas y han iniciado los trámites judiciales.
Recientemente se vivió una escena de mucha tensión, en la que el okupa tuvo que entrar escoltado por la Policía a la vivienda, mientras era increpado por los vecinos. El equipo de los informativos ha podido hablar en exclusiva con uno de los okupas, el cual ha asegurado que lo hace “por no dejar a sus cuatro hijos en la calle”. Un vecino comenta: “Te preocupa porque rompe un poco la tranquilidad”.
Como protesta, los vecinos se manifiestan cada tarde, pero la única respuesta que reciben es un saludo irónico por parte de la propia okupa desde la puerta de la casa. La mujer okupa declara: “Me he visto en la obligación de okupar esta vivienda. Reclamando un año entero al Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria), a los Servicios Sociales y a todo el mundo con denuncias y nadie se hace cargo de nada”.
Se trata de un chalé de nuevo construcción, con piscina, con jardín y con todas las comodidades. La versión de la mujer okupa se contradice con las de los vecinos. Uno de ellos afirma: “El problema es que es una persona que hace una ostentación en redes y que se le conoce un patrimonio importante”.
En el barrio valenciano de L' Amistat también llevan tres años conviviendo con la suciedad y el miedo. Una vecina del barrio reconoce: “Es muy molesto tenerlos hay constantemente y que vengas a lo mejor a la 1:00 y no están ellos solos ni sabe cómo van a reaccionar. Tú intentas dar la vuelta por otro sitio”. Tras una sábana naranja hay una antigua sucursal bancaria okupada.
Otra vecina cuenta: “Yo no suelo pasar por ahí, menos con el perro”. Otra residente del barrio dice: “Son super agresivos, nos dejan basura en la mañana o excrementos. Nos roban”. Estos robos han sido captados por la cámara de seguridad de una cafetería, en cuyas imágenes se ve cómo uno de los okupas roba comida cunado la camarera se aleja. Es una situación que empeora diariamente en Valencia.
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