Solo un 17% de los jóvenes menores de 30 años en España ha conseguido emanciparse y salir de casa de sus padres. Según informan Diego Arce y Lorelei Esteban, Nuestro país continúa a la cola de Europa: aquí, de media, logramos emanciparnos después de cumplir los 30 años. La vivienda y los trabajos precarios están de detrás de esta realidad que nos persigue año tras año.
Andrea tiene 22 años y vive en un piso de estudiantes. "Ahora mismo solo el piso me cuesta 260 euros, somos cinco personas, pero es lo más barato que he encontrado", nos cuenta. Trabaja como dependienta en una tienda y no le salen las cuentas para plantearse otra alternativa. "Un estudio no me lo puede ni plantear", dice, "porque te cuesta 800 o 900 euros y eso es lo que cobro".
Cesar tiene 41 años y se las apaña viviendo en una bohardilla. "Como todos no llego a final de mes", se lamenta. Hace solo dos meses que dejó de vivir con su madre, pero todavía no es independiente del todo, "sigo comiendo donde mi madre". Ha renunciado a su vida social mientras prepara una oposiciones y emprende en un proyecto personal, "hago sacrificios por no salir y todo euro que me puedo ahorrar lo invierto en mi proyecto".
Otros quieren dar el paso a la independencia pero no pueden porque "los alquileres y los pisos están carísimos en Barcelona", explican.
Son los testimonios de algunos de los jóvenes españoles que no pueden independizarse, 8 de cada 10, más del 80% sigue viviendo con sus padres.
Son datos que realmente hacen plantearse qué es lo que está sucediendo, porque en la mayoría de los casos no es por falta de ganas, sino porque no pueden. Solo el 17% de los jóvenes españoles está emancipado.
La cifra es muy baja, pero ha mejorado en comparación con el año 2020. Sin embargo, aún está lejos de la que había antes de la pandemia (18,6 %) y del pico que alcanzó en 2007 que superó el 26’1%.
Si nos comparamos con Europa estamos muy por debajo. En Europa la edad media de emancipación está en torno a los 26 años (26,3), en España ya cumplidos los 30 (30,4) es decir, que tardan 4 años más en emanciparse que la media europea.
Los principales motivos de las dificultades de los jóvenes españoles para emanciparse son económicos. A un salario bajo que ronda los 1.000 euros, le sumamos el alquiler de las viviendas cada vez más caro, la media está en 968 euros. La mezcla es perfecta para no salir de casa de los padres.
Al precio de la vivienda, hay que sumar también los suministros del hogar que pueden suponer otros 163 euros de media. Sin contar comida, ropa y ocio. Con este panorama vivir solo se hace impensable para muchos.
Por comunidades autónomas, Cataluña (20,6 %), Canarias (20 %) y Madrid (18 %) son en las que más se emancipan los jóvenes, frente a Extremadura (13,6 %), Cantabria (13,9 %) y Castilla-La Mancha (14 %) que están a la cola. Los jóvenes catalanes son los que más se emancipan, casi tres puntos por encima de la media nacional.
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