Dieciséis años después se retoma en Córdoba la búsqueda del cuerpo Ángeles Zurera, la mujer desaparecida en Aguilar de la Frontera (Córdoba) el 2 de marzo de 2008. Según informa Juan Turanza en el vídeo, la Guardia Civil peina el terreno para localizar alguna pista de la desaparición. Desde un primer momento, se creía que su marido estaba implicado y que podía ser un caso de violencia de género, pero aún, debido a la ausencia de pruebas, no se ha podido determinar.
La Guardia Civil busca pistas en un terreno agrícola de la Campiña Sur cordobesa, entre las localidades de Monturque y Cabra. Se mantiene el archivo provisional del caso en la vertiente judicial, pero no es la policial, que desde el inicio siguen con las pesquisas abiertas.
Los agentes han realizado distintas búsquedas y rastreos en los últimos años, así como en propiedades y obras en las que había trabajado su exmarido, el único investigado en este caso, que aun no se ha esclarecido. Según han confirmado fuentes de la investigación, la Guardia Civil ha recibido una información en la que supuestamente pudieran encontrarse pistas sobre el paradero de la mujer.
De este modo, los agentes se han dirigido a la zona, “como en otros casos”, para descartar hipótesis y comprobar sobre el terreno, en el que realizan distintas gestiones, pero “no se ha localizado nada positivo” hasta el momento para resolver el caso. La familia de Ángeles Zurera se moviliza todos los años para que se mantengan las búsquedas que den con su paradero.
El hermano de la víctima, Antonio Zurera, expresó hace años en una carta que “Angelines, de 42 años, madre de dos hijos adolescentes a los que adoraba e hija de unos padres a los que amaba con toda su alma, estaba rehaciendo felizmente su vida tras haberse divorciado de su marido”, de manera que “tenía planes y sueños presentes y futuros con los suyos”.
Antonio Zurera destacó que: “Los investigadores descartaron desde el primer momento que se tratara de una desaparición voluntaria. 12 días antes de la desaparición fue víctima de una agresión por parte de su exmarido”. El exmarido es el único que sigue investigado en relación con la desaparición y que, de hecho, fue condenado por los malos tratos que sufrió la mujer antes de desaparecer.
La jueza del Juzgado de Instrucción de Aguilar decretó hace más de tres años el archivo provisional de las diligencias previas iniciadas por su desaparición, según confirmaron desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), después de que fueran infructuosas las labores de búsqueda un año antes en un terreno apuntado por la Guardia Civil.
Estos trabajos de búsqueda se realizaron a finales del mes de julio de 2020 en un solar de la antigua Cooperativa Jesús Nazareno de Aguilar, pero concluyeron “sin novedad” que aportar sobre su paradero. La búsqueda se llevó a cabo después de que el juzgado reabriese el caso en 2019, tras la solicitud del Instituto Armado en mayo del mismo año, por lo que se dio el visto bueno para que se buscara en este solar.
Con esa petición, el caso, que se encontraba archivado de manera provisional, se reabrió de forma automática, si bien el juzgado acordó de nuevo su archivo provisional. Algo que la familia recurrió, aunque el recurso fue desestimado.
La familia envió en su momento a un laboratorio especializado los dos últimos teléfonos que había usado la mujer desaparecida, uno de ellos con fotografías otro con muchos mensajes. Querían conocer, con las posibilidades de investigación de hoy en día, todos los posibles movimientos y manipulaciones que hubieran podido sufrir estos terminales, sin que hay trascendido ninguna pista.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.