La alerta por calor se mantiene en casi toda España: así afectan a nuestra salud las altas temperaturas

Este lunes sólo Galicia y el Cantábrico se libran de las alertas por calor. Los 40 grados se mantienen en zonas del centro y del valle del Guadalquivir. Según informa Flora González en Noticias Cuatro, este fin de semana hemos sufrido la tercera ola de calor del verano y, aunque parezca mentira, este lunes han bajado las temperaturas, pero seguirán siendo altas. Hasta el próximo lunes no se vislumbran cambios significativos en el tiempo. Las sucesivas olas de calor pueden tener graves consecuencias para nuestra salud.

Las altas temperaturas que se registran estos días, además, traen como consecuencia tormentas de verano que se van a activar en el Pirineo catalán y aragonés, se trata de tormentas vespertinas propias de esta época del año que pueden dejar algún episodio de granizo y sobre todo aparato eléctrico. Lo bueno es que refrescaran el ambiente en esas zonas.

Uno de los puntos que está en alerta naranja por altas temperaturas es Toledo, según informa Silvia López, donde los termómetros pueden alcanzar los 40 grados de máxima, incluso la sensación térmica será aún mayor. Además, hay riesgo de incendio por lo que se pide extremar la precaución.

Las sucesivas olas de calor pueden afectar gravemente a nuestra salud

Las sucesivas olas de calor, además, ponen en riesgo nuestra salud. Con los termómetros disparados de día y de noche es difícil que el cuerpo aguante noche tras noche sin dormir. Estamos agotados y exhaustos.

Cuando las altas temperaturas se mantienen en el tiempo los efectos del estrés térmico se van acumulando. Según explica Jordi Mestres, de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar, “el calor ejerce sobre nuestro cuerpo unos mecanismos de compensación que nuestro cuerpo hace para compensar ese calor, el problema es que con el tiempo esos mecanismos se van agotando”.

El cuerpo empieza a resentirse, una de las consecuencias es la deshidratación “que puede desencadenar otros procesos que pueden ser graves como, por ejemplo, el daño renal”, explica Mestres.

"El calor va matando por las noches, por la pérdida de estrés térmico y la falta de sueño"

Pero, el calor más dañino es el nocturno. La sucesión de noches tropicales pasa factura. Según explica Jorge Olcina, climatólogo y catedrático de la UA, “el calor, salvo en casos muy puntuales, no mata de forma directa, si no que va matando por las noches, por ese calor acumulado y por esa pérdida de confort térmico y esa falta de sueño, por tanto de descanso”.

A los que más afecta es a las personas con una salud más débil, “personas mayores, personas con enfermedades crónicas, personas que toman fármacos que se pueden ver influidos por ese calor”, apunta Jordi Mestres. Cuando la temperatura no baja de 20 grados el cuerpo humano no descansa porque no se puede conciliar bien el sueño.

Además, a partir de los 36 grados, si hay humedad, el cuerpo comienza a resentirse. Desde 2003 el calor provoca más muertes que el frío en España.

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