El calor está detrás de la proliferación de una especie invasora en las playas de la Costa del Sol. Se trata de las algas asiáticas que, en apenas un día, han ensuciado varios de los arenales más frecuentados por los turistas. Según informa Dani Berbel en Noticias Cuatro, los pescadores de la costa andaluza retiran sus redes y se encuentran con kilos de algas que se enredan dejando las redes inservibles. La cantidad de algas que se recoge no para de aumentar, el año pasado se capturaron hasta 300 toneladas. No es la primera vez que se da esta situación, una plaga de algas ya asfixió al marisco de la Ría de Muros.
El problema también afecta a las embarcaciones de la zona, que acaban con montones de estas algas. Es la situación que denuncian los que faenan el mar, no solo en Andalucía. Esta alga invasora se ha extendido por todo el mar Mediterráneo. Se trata de un invasor muy agresivo, cubre todo el fondo y desplaza a las otras especies. Esta situación se traduce en importantes pérdidas económicas con entre el 20 y el 48% menos de capturas.
El problema también afecta a las costas, quien se baña en la playa de Isla Canela (Huelva) sale cubierto por un manto verde. Un residente de la zona comenta: “Solo pensar la gente que se alquile aquí un apartamento una semana o 15 días y se encuentre así la playa, la verdad que es una pena”. Otro residente cuenta: “Esto es materia orgánica, esto se pudre. Esto pasa al agua y huele a agua fecal”.
Una posible solución a la plaga de algas asiáticas son los erizos de mar, un consumidor de algas cuya captura está prohibida desde octubre de 2023 en todo el litoral andaluz, debido a su riesgo de desaparecer por la pesca abusiva. Este animal es comestible y fácil de capturar porque vive a muy poca profundidad, dos factores que le han llevado a una depredación excesiva por parte de los humanos.
A la sobrepesca se unen otros dos factores: la permanente subida de la temperatura del agua del mar, que ya ha afectado a muchas especies de invertebrados, y la llegada del alga asiática. José Carlos García Gómez, catedrático de Ecología Marina de la Universidad de Sevilla, explica que este vegetal ha ocupado las rocas donde las larvas de erizo podrían colocarse, pero como desaparece el erizo, el alga ocupa su espacio.
Un grupo del Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera y Alimentaria (IFAPA) estudia hasta qué punto el erizo podría paliar la invasión si recuperase sus poblaciones. Los investigadores trabajan en esto desde 2021, lo comprobaron en unos estanques en los que vieron que los erizos podían sobrevivir a una dieta de alga asiática.
Ismael Hachero es uno de los investigadores de IFAPA y expone: “Tras diseccionar los estómagos y con herramientas genéticas comprobamos que consume esa alga en el medio natural. Sin tener preferencias, come de las que haya y en la misma proporción”. Otro posible animal que consume estas algas es la salema, un pez herbívoro, cuya investigación se realizará este año.
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