Una simple melodía tiene el poder de hacer que una persona se olvide de su enfermedad. Y esta es la hazaña que realizan desde ‘Músicos para la Salud’, donde tan solo tienen un objetivo: amenizar la estancia de todos los que están en el hospital. Los artistas muestran todo lo que saben, pero también reciben mucho. Según informa Marta Lilao, esta acción ayuda tanto al personal sanitario como a los ingresados.
Esto es lo que consiguen personas como Carlos, quien usa su talento para entretener a pacientes de hemodiálisis. A veces, mezcla el sonido del acordeón con letras, todo un gesto que durante horas logra que todos se puedan sentir mejor. "Me ha ayudado mucho, es bonito", dice Diego Peñacrespo, una de las personas ingresadas.
Diego está hoy acompañado de Carlos Nieto, músico de la ONG. Ellos, junto al resto de los artistas y voluntarios, acercan su repertorio a las personas que están ingresadas en los centros hospitalarios y residencias de toda España. "Tratamos de llevarle la música que ha escuchado en la juventud, lo hacemos a la carta", confiesa el músico.
Detrás de cada paciente hay una historia que, acompañada de música, se hace menos pesada. "Es muy gratificante que una persona que está en la UCI mueva los pies rítmicamente. Algunos se despiertan porque quieren participar", afirma Carlos. Anima a los enfermos y distrae a los trabajadores. Hay melodías distintas para cada área donde los artistas muestran todo lo que saben, pero también reciben mucho. "Te llena de fuerza aunque sean momentos tan duros. Merecen la pena", añade el artista. Cuando la música dejó de sonar, los aplausos son la mejor recompensa para su gran trabajo.