Las tormentas en Albacete ya han dejado las primeras consecuencias. Un tren de media distancia entre Valencia y Albacete -en el que iban un total de 97 pasajeros- se encuentra parado tras chocar contra un árbol caído por las riadas. Los cristales de las ventanas han quedado completamente rotos. Los hechos han ocurrido a la altura del kilómetro 373 de la misma, en Almansa. Los vagones traseros han descarrilado sin volcar en el accidente que ha dejado cinco heridos, según informa Ángela Julve. El agua ha vuelto a provocar el caos en varios puntos con varias incidencias.
A causa de las fuertes tormentas, un árbol ha caído en la vía a la altura de Almansa. Poco después, el convoy ha chocado contra el tronco sobre las cuatro de la tarde. Hasta ahora, hay cinco heridos leves que están ya fuera de peligro. Aunque no ha sido la única consecuencia de la provincia. A la misma hora, cortaban la autovía A-31, entre Almansa y Caudete, a la altura de La Encina y siete personas han tenido que ser rescatadas de sus vehículos en las zonas de Fuentealbilla, Hellín y Almansa tras la subida del agua.
Las lluvias han vuelto a ser las protagonistas de estos días. El cielo también ha descargado sobre la región de Murcia. Así lo hemos visto con las imágenes de un autobús que ha circulado por la calle y que, en cuestión de segundos, ha quedado invadido por el agua. Los contenedores de basura han quedado flotando calle abajo mientras los vecinos han grabado atónitos. Algunos vehículos han intentado navegar por las calles con el coche y con poco éxito. La tromba de agua ha dejado varios problemas tras caer 80 litros por metro cuadrado. La Rambla de Espinardo ha quedado desbordada y con las calles embarradas.
Se recuerda que no es recomendable intentar circular con el coche cuando el agua te llega a la cintura. En Molina de Segura, los bomberos han tenido que rescatar a los pasajeros de un turismo y otras dos personas han cometido la imprudencia de intentar cruzar la calle para terminar siendo arrastrados por la fuerza del agua. Las tormentas han azotado con fuerza los municipios de la región, incluida la capital, donde la AEMET ha emitido una alerta naranja por las precipitaciones. Allí pueden llegar a alcanzarse los 35 litros por metro cuadrado. “Desde mi casa no se veía prácticamente el edificio de enfrente”, reconoce una de las vecinas ante el temor de las precipitaciones.