Palencia es la provincia con más farmacias por habitantes de toda Europa. Y es que las que se encuentran en las zonas rurales, más alejadas de los municipios, juegan un papel fundamental en la atención sanitaria de sus vecinos. Según informa Carla Infiesta, esta cercanía es clave para que los residentes puedan tener un trato personalizado.
“Las farmacias rurales son un servicio básico y esencial para la población. Tenemos que tener en cuenta que muchas veces no existen centros de salud en los propios pueblos, e incluso somos el único establecimiento sanitario que permanece abierto todos los días de la semana”, declara Ana Deza, farmacéutica y presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Palencia.
Ana Deza abre siempre su farmacia a las 11 de la mañana. Ella lleva 15 años siendo la única que ofrece este servicio en Ampudia. Gracias a su trabajo, los vecinos de esta localidad de Palencia no tienen que desplazarse a una ciudad para comprar medicamentos: nueve de cada 10 palentinos tienen una en su municipio. Esto convierte a la provincia en la que más ratio de farmacias por habitantes tiene de Europa. “Yo paso por la farmacia, dónde voy a ir si es lo más cerca que tenemos”, reconoce uno de los habitantes de la zona. Esta cercanía y disponibilidad es esencial para que los residentes reciban un trato personalizado.
“Los conocemos con su nombre, sabemos si viven solos o aquellas necesidades que tienen. Al final, la farmacia les acaba cuidando”, añade Deza. Su trabajo es clave para evitar la despoblación. “Con estos servicios de la farmacia asistencial ayudamos a que la gente permanezca más tiempo en su pueblo porque les hacemos más autónomos”. El objetivo de personas como Ana es poder seguir apoyando y tratando a todos los que viven y disfrutan de la tranquilidad de una zona rural.