La inmigración es uno de los temas que entra a debate político. Un estudio revela que sí existe una brecha entre lo que percibe la opinión pública y lo que ocurre en realidad. Según explica Rebeca Gimeno, se tiende a sobreestimar los efectos negativos de la inmigración: se tiende a creer que precariza el empleo y consume el gasto público.
Los españoles piensan que el 38% de los migrantes está en paro y que casi la mitad recibe ayudas públicas (47%), un tema que suele aparecer en discursos políticos como el de Vox. Y la realidad es muy diferente. La tasa de paro es la mitad (16%) y solo un 11% de los inmigrantes recibe ayudas, cuatro veces menos de lo que los españoles creen.
El experimento, que se realiza dentro del estudio, señala que sí. Tan solo se necesita exponer a las personas a información veraz. Si a una persona se le ofrecen datos sobre la realidad de la inmigración, tendrá una opinión más favorable a políticas de apoyo a la integración. "Lo que tenemos que hacer aquí es tratar de ofrecer una anatomía, o al menos desgranarla, de qué es lo que hay detrás de estas referencias y percepciones. En última instancia, esto puede impactar en el apoyo de las políticas", sostiene David Martínez De Lafuente, investigador de la Fundación ISEAK.
Esta diferencia entre el imaginario colectivo y la realidad también se observa en otros detalles. En España, se cree que hay el doble de de la que realmente hay. Aun así, el 60% de los encuestados responde que mantendría o aumentaría la inmigración que hay en su municipio.