En España viven 150 ciudadanos chinos que piden asilo para escapar del partido comunista de su país. Es el caso de Estela y de Fernando. Ninguno de los dos enseña sus caras por miedo al acoso que puedan recibir después. El Gobierno de España, con el acuerdo para regular la situación de 500.000 migrantes, también contemplará sus historias. Estela lleva ocho años huyendo del partido comunista chino, al igual que Fernando.
“Soy miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso, pero en China no tienen libertad religiosa”, confiesa él. Ahora el Gobierno de España también mirará estas peticiones de asilo con su acuerdo para regular la situación de los migrantes. Ellos forman parte de esas familias vulnerables que huyen de la represión de su país y que ahora viven en un limbo legal en España.
Los ciudadanos que piden asilo están en situación de permanencia pero no de residencia. Es decir, no tienen un documento que les avalen para residir y trabajar. En China han detenido a 300.000 integrantes que someten a torturas y muerte. “Mi madre estuvo en la cárcel tres años, no podía comer bien y trabajaba mucho y duro. Sufrió torturas”, explica Estela. Una situación similar a la de Fernando.
“Mi madre se murió en 2009 en la prisión”, indica Fernando. Justo en ese momento supo que tenía que huir del país. En total son 150 miembros que llevan años pidiendo cita de asilo sin respuesta. “El sistema está saturado y está en manos de muchas mafias el conseguir una cita de asilo. La administración no nos da una respuesta correcta. Al final, piden un arraigo van pasando años”, explica Ana González, abogada. “Hemos venido a España para que podamos vivir de forma libre sin el miedo a ser perseguidos y que sufrimos en China”, concluye Estela.