Trasplantes de células madre a domicilio, el programa que ha puesto en marcha el hospital Vall d’Hebron (Barcelona). Según informa Marina Pérez en Noticias Cuatro, en lugar de pasar semanas aislados en una habitación de hospital, el tratamiento se hace en casa. De momento esta opción no es válida para todos y la intervención requería hasta cuatro semanas de ingreso y aislamiento hospitalario.
Teresa Algueró sufre desde hace un año un mieloma múltiple, un tipo de cáncer en la sangre que precisa de un trasplante de médula, pero es una de las primeras pacientes que recibe el tratamiento en casa. Teresa explica: “Con la quimio tú no te encuentras nada bien, no te apetece comer a la hora que se tiene que comer. Es una ventaja estar con tu gente y no estar en el hospital sola”.
María Sola, Hematóloga del Hospital Vall d’Hebron, comenta: “Extrapolar todo ese soporte que le damos en el hospital y llevarlo al domicilio”. Teresa solo tuvo que pisar el hospital para realizarse la quimio y el trasplante de células madre.
Alba Marco, enfermera del Hospital Vall d’Hebron, expone: “El equipo de enfermería hace dos visitas. Por la mañana se hacen analíticas de sangre y por la tarde se gestionan pruebas complementarias”. El resto del día Teresa está bajo un estricto control gracias al papel fundamental de su cuidador, su marido.
Alfons Ferré, marido de Teresa, dice: “Mi función es estar pendiente de ella, tuve una pequeña formación para saber lo que tenía que controlar”. Minimizan el riesgo al que se expondrían en el hospital. Teresa afirma: “Te cambia la vida, cuando tú estás enferma tú quieres estar en tu casa, en tu cama, con tu gente”. En unos meses tendrá su segundo trasplante y tiene claro que lo volverá a hacer desde casa.
La web del Hospital Vall d'Hebron recoge que el trasplante de progenitores hematopoyéticos consiste en el trasplante de las células inmaduras (se pueden transformar en todo tipo de células sanguíneas) de la sangre del mismo paciente o de un donante después de un tratamiento intensivo. Se realiza en pacientes que sufren enfermedades que afectan a la médula ósea, como los mielomas y las leucemias agudas, que son los indicadores más frecuentes en adultos.
Es un procedimiento complejo que consta de cuatro fases, las dos primeras son: el acondicionamiento del paciente previo al trasplante, en el que recibe la quimioterapia para eliminar células malignas y para hacer hueco en la médula ósea; y el día de la infusión o día cero, en el cual se administran estas células hematopoyéticas del trasplante.
Las dos últimas fases del trasplante de progenitores hematopoyéticos son: el periodo de aplasia, en el que las defensas se sitúan por debajo de los límites habituales, y dura entre 12 o 14 días; y la recuperación, en la que los progenitores hematopoyéticos han anidado en la médula ósea y comienza la producción de células.