El negocio de la alfarería está en pleno boom. Todo lo relacionado con la cerámica está de moda y hay una razón. “La gente lo que busca cuando vieje aquí es relajarse. La cerámica tiene procesos lentos que te obligan a bajar el ritmo”, explica Julieta Bagnato, profesora de cerámica.
Aquí cada alumno elige lo que quiere crear y aprender a su ritmo. “Para esa gente que no puede comprometerse, hay cursos de uno o dos días”, subraya Bagnato. Aunque no solo hay academias, sino que también hay cafeterías que se han introducido en el mundo de la cerámica que tanto nos recuerda a la famosa escena de ‘Ghost’.
El mundo de la alfarería vuelve a nuestras vidas. ‘Mama Pottery’ es uno de los negocios que ha decidido incluirlo y no les va nada mal. Las tazas están triunfando y los clientes pueden pintar una pieza, que cuesta de media 20 euros, mientras toma un café. Y ya hay lista de espera.
“La gente se ha hecho dueña de sí misma y quiere tener tiempo de calidad con uno mismo y con los amigos”, afirma Marina García, creadora de ‘Mama Pottery’. “Las cafeterías hacemos la parte más sencilla, la decoración”, añade. Las clientas que acuden conocen el plan a través de las redes sociales. Algunas de ellas indican que ahora mismo se puede comprar absolutamente de todo y que “tener un objeto que has hecho tú”, adquiere otro significado.