Álex llevaba un par de meses organizando un viaje a Tailandia con su pareja. Lo que empezó como un sueño cumplido, acabó convirtiéndose en una pesadilla. “Después de estar cinco días le entró mucho dolor inaguantable. Cuando llegamos al hospital, le diagnosticaron el 40% del páncreas con necrosis”, declara su mujer, Usoa Martínez. Su familia quiere repatriarlo para que lo traten en España, según informa en el vídeo Cristina Tojal.
Este hombre de 36 años lleva ingresado por pancreatitis en el hospital Samitivej de Bangkok, capital de Tailandia, desde hace dos meses. Sigue intubado y su situación no mejora. “Se ha convertido en una pesadilla”, confiesa Martínez. Su mujer pide ayuda para hacer frente a los gastos y para que el Gobierno les facilite un avión que lo lleve a Donostia.
Álex se encontraba mal y decidió acudir al médico en Osakidetza (Donostia) antes de emprender su aventura. Pero el doctor no le dio importancia a sus síntomas. Tanto él como su pareja decidieron hacer el viaje y la sorpresa llegó a los cinco días, cuando le entró un dolor insoportable y le diagnosticaron pancreatitis aguda. Su mujer Usoa Martínez ha intentado el traslado dos veces: una con el seguro privado y otra pagándolo con su dinero y con la ayuda de familiares. En ninguna de las dos ocasiones lo pudieron hacer por su grave estado de salud, ya que necesita volar en un avión medicalizado.
“Hay que repatriarlo ya a España porque hay posibilidad de hemorragia interna severa”, advierte Martínez. Ella pide ayuda para hacer frente a los gastos y para que el Gobierno les facilite un avión. “Me han dicho que van a hacer todo lo posible por ayudarnos a la familia”, añade. Mientras, su hermana ha llegado al país para que la madre de Álex pueda volver a España sin dejarlo solo en el hospital.
Sus amigos han abierto una campaña de crowfunding para recaudar el dinero suficiente para repatriarlo a España y que pueda ser debidamente tratado. Desde que ingresó en el hospital, su estado de salud ha empeorado con trombos y atelectasia (insuficiencia de los pulmones).
Según cuentan en la misma campaña de ayuda, la familia contrató desesperadamente un avión medicalizado para traerlo al país pero no le permitieron volar, lo que provocó la pérdida de 221.000 euros. Esto hace inviable para ellos mantener los gastos que supone el ingreso de Álex en Bangkok. Ninguno de ellos renuncia a la esperanza de poder ayudarle a volver a su casa en Donostia, donde le esperan sus dos hijos de cinco y ocho años.