La violencia vicaria es el tipo de violencia más cruel que se ejerce dentro de la violencia de género. Se busca provocar el mayor daño a las mujeres a través de sus hijos. En más de la mitad de los casos, el hombre se suicida después de cometer los asesinatos. El último ha sido en Almería, donde un hombre se ha suicidado tras presuntamente envenenar a sus dos hijas.
El Ministerio del Interior lleva un registro donde se ha detectado que 4.433 niños y niñas están en riesgo de sufrir este tipo de agresión desde 2019. Repasamos las historias de los tres casos que ocurrieron en 2023 y que conmocionaron al país por su crudeza.
El año pasado se registraron tres casos de violencia vicaria. El primero fue Mateo, un niño de siete años. Su padre se arrojó al vació con el pequeño en sus brazos en la Sierra de Urbasa (Navarra). Se precipitaron 300 metros al vacío y fue la Guardia Civil quien encontró los cuerpos. No había denuncias. El segundo caso fue el de Abril, de cinco años. Fue degollada mientras dormía y su madre, Tatiana Beatriz, fue cosida a puñaladas por su pareja. Ocurrió el 26 de noviembre en Carabanchel.
La mujer constaba en el Sistema VioGén desde que su novio la amenazó con matarlas si le dejaba. Durante un año, tuvo una orden de alejamiento hasta que retomaron la convivencia. El tercero ocurrió en Valladolid con India, de ocho años. Tanto ella como su madre fueron cosidas a apuñaladas por el novio de ella. Su pareja tenía antecedentes por violencia de género con otra víctima. El hombre avisó a su cuñada e intentó suicidarse después.
El primer caso de la violencia vicaria en 2024 ocurrió en Barcelona. Xavi, de siete años, y su hermana Noa, de 10, fueron asesinados por inhalación de monóxido de carbono. Su padre dejó la válvula del gas abierta. Ambos tenían que haber regresado el pasado seis de enero con su madre tras pasar unos días con su progenitor.
Al ver que no daban señales de vida, se dio la voz de alarma. Los Mossos d’Esquadra encontraron los tres cuerpos en su domicilio situado en el distrito de Horta-Guinardó. No había denuncias previas. El segundo caso es el recientemente ocurrido en Almería, donde un hombre decidió presuntamente envenenar a sus hijas de dos y cuatro años antes de suicidarse.