El ‘stooping’ es un fenómeno colaborativo y gratuito que ya arrasa en las grandes ciudades y sigue la máxima de que todo puede tener una segunda vida. Muchas cosas que se encuentran en los contenedores están ahí porque la gente piensa que son cosas viejas sin valor, pero realmente tienen una calidad que hoy en día es difícil de encontrar.
Sara Alonso, buscadora de ‘Tesoros’, cuenta que rescató y restauró un mueble de la basura que ahora utiliza para su televisión, también había una mesa con unas patas de hierro oxidadas que las sustituyó por unas de madera, y ahora está restaurando el tapizado de unas sillas para usarlas en su comedor.
También comenta que hay muchos muebles que solo necesitan una mano de trabajo y dedicarlos un poco de horas y cariño, porque realmente son maravillosos, e incluso mejor que algunos que compramos nuevos. Añade que es emocionante ir por los contenedores para ver lo que hay cada día.
Mar Pego, gerente del Bar ‘Reviravolta’, decoró todo el local con muebles reciclados. Comenta que lo que más le gusta a la gente es el encuadrar la televisión dentro de un marco. Mientras muestra un jarrón dice que lo usa para decorar, pero que inicialmente dentro de este había un difunto.
Lidia González, de la plataforma ‘Stooping Coruña’, dice que el stooping es un movimiento solidario entre personas y por salvar muebles. Es una manera de evitar generar más residuos de los que ya generamos. La gente que no quiere un mueble lo deja en la basura, entonces alguien lo ve y avisa a la plataforma de la ubicación del mueble. No hay lucro en este intercambio, el movimiento es totalmente gratuito.
En A Coruña ya hay miles de personas que siguen este movimiento, la cuenta de Instagram de Lidia González ‘@stoopingcoruna’ tiene ya unos 5.000 seguidores. También hay un grupo en Facebook llamado ‘Lixo de Luxo’ que cuenta con unos 20.000 usuarios. El stooping llegó a A Coruña en 2021 y continúa creciendo.
Ofrece una serie de consejos. Lo primero es revisar bien la pieza, ya que, en caso de tener carcoma, podríamos tener un problema importante. Para comprobarlo lo más sencillo es examinar las patas, si tiene agujeros es mejor dejarlo ahí, pero en caso de que la madera esté lisa y sin orificios entonces es apto para llevárselo a casa. El segundo paso sería dejar de un lado la vergüenza y animarse a hacerlo y el último consiste en reparar el mueble, ya sea lijarlo, pintarlo, barnizarlo o tapizarlo.