La ayuda psicológica tras el incendio en Valencia: la pérdida del hogar con todos nuestros recuerdos también afecta

  • Hay dos centros de atención psicológica en los que se atiende a las víctimas y sus familiares

  • Ante cualquier situación de trauma, nuestro cerebro lo que hace es anestesiar

  • La pérdida del hogar no es solo un lugar de infraestructura, está impregnado de mucho recuerdo emocional

Muy cerca de los edificios calcinados en el barrio Campanar (Valencia) hay dos centros de atención psicológica en los que se atiende a las víctimas y sus familiares. La pérdida del hogar de manera traumática también supone un duelo para los afectados. Además, aquellas personas a las que aún no les han confirmado el fallecimiento de algún familiar o conocido, no pueden iniciar el duelo

José González, psicólogo experto en el duelo, comenta que, ante cualquier situación de trauma, nuestro cerebro lo que hace es anestesiar. En ese mismo momento nos cuesta reaccionar emocionalmente de manera coherente a lo que está sucediendo. Hasta que no pasen dos o tres días, las personas afectadas no empezarán a tomar conciencia de lo ocurrido, y será entonces cuando inicien su duelo.

Añade que en esos momentos necesitamos sentirnos apoyados por otro ser humano y que cuando uno se sienta capaz para poder hablar sobre ello, haya un ser humano, a ser posible un profesional, cerca. Forzar esa situación no suele ser útil ni eficiente, sino que hay que permitir que el doliente cuando lo necesite lo tenga a mano. Además de los fallecidos, también está la pérdida del hogar, que no es solo un lugar de infraestructura, está impregnado de mucho recuerdo emocional.

Las reacciones frecuentes suelen ser: insomnio, pesadillas, ansiedad, dolores de cabeza y físicos

Lourdes Fernández, psicóloga de Emergencias, explica que las reacciones más habituales tras un incidente como este son muchas: insomnio, pesadillas, ansiedad, dolores de cabeza y físicos… y si no se tratan inmediatamente, pueden convertirse en una patología crónica. Además, cuenta que, dentro de unos meses o años, cuando les ocurra algo más, las personas tendrán una sobrerreacción en la que puede brotar el trauma acumulado.

Cabe recordar que cada persona es un mundo, uno puede ser muy fuerte mentalmente y resolutivo y salir hacia delante, y otro puede quedarse atascado en ese momento vital y no salir de ello nunca. Esto se ve en cualquier catástrofe, en la que hay personas que son proactivas que ayudan incluso en las zonas afectadas, y personas que se quedan bloqueadas y no se mueven de dónde están.