Tras la muerte de los dos guardias civiles embestidos por una narcolancha en Barbate (Cádiz), las asociaciones de policías y guardia civiles como Jucil piden la dimisión inmediata del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Reiteran que llevan mucho tiempo denunciando la falta de medios de las Fuerzas de Seguridad en la lucha contra el narcotráfico y el acoso sistemático al que están sometidos los agentes.
“Tenemos noticias por parte de guardia civiles de que las seis lanchas de servicio marítimo en Cádiz están deshabilitadas. No hay otros medios cercanos que no sean embarcar en la goma de 3 metros del GEAS y habitualmente se usa para para rescatar cadáveres o personas que desaparecen mal. Es una embarcación auxiliar, prácticamente. Es evidente que no era la embarcación adecuada. Es evidente la falta de medios”, denuncia Agustín Leal, portavoz de la asociación Jucil.
“El Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico en Andalucía (OCON-Sur) era una unidad muy efectiva en la lucha contra el tráfico de drogas. El ministro decide cerrar en un momento dado y a partir de ahí se dispara y viene un repunte abismal”, señala.
Por este motivo, “le decimos al interior que no acuda Barbate si no es con su dimisión firmada en la mano”.
A pesar de que ha habido casi 20.000 detenidos por tráfico de drogas en cinco años, las Fuerzas de Seguridad del Estado denuncian que los narcos campan a sus anchas y los medios son todavía claramente insuficientes. Además, muchos agentes no quieren trabajar allí por el acoso permanente y la falta de incentivos que tienen, por ejemplo en otras comunidades, como Navarra o el País Vasco.
Con una tasa de paro en torno al 25 %, el narcotráfico es desde hace mucho tiempo el modo de vida para mucha gente en el Campo de Gibraltar. Los datos hablan por sí solos: solo aquí en los últimos cinco años casi 20.000 personas han sido detenidas o investigadas por delitos de contrabando, narcotráfico, según datos del Ministerio del Interior, que pertenecen al Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, dotado con casi 80 millones de euros.
Los medios no parecen suficientes para frenar el negocio de la droga a través del Estrecho, donde se puede ver a los narcos actuar a plena luz del día, fondear sus narcolanchas tranquilamente en el puerto de Barbate y desafiando a las fuerzas de seguridad, que demandan más medios materiales y humanos e incentivos para los agentes que trabajen en esta zona.
En los últimos cinco años se han incautado 1668 toneladas de droga en el campo de Gibraltar. La gran mayoría es hachís que llega a través de las lanchas rápidas de los narcos.
Otras drogas como la cocaína mantienen como principal vía de entrada a los contenedores del muelle de Algeciras.
El viernes, el ministro del Interior anunciaba que prolongará dos años más el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, un escenario que se complica aún un poco más. Hace solo unos días, el fiscal jefe de la provincia de Cádiz alertaba de unos nuevos actores: la presencia, cada vez mayor, de las mafias de los Balcanes en la costa gaditana.