Se cumplen 30 años del incendio del Teatro Liceu, en Barcelona. Tal día como hoy del año1994, una chispa generada por un soplete que estaban utilizando dos operarios, calcinó gran parte del edificio. La columna de humo se podía ver desde cualquier punto de la ciudad. “Me dijeron que nos habíamos quedado sin ópera. Cuando pasó no me lo podía creer. Fue instintivo, nos fuimos juntando todos en La Rambla”, subraya Cristina Fortuny, jefa de sastrería del Liceu.
Pese a que el incendio consternó a todos los vecinos de Barcelona, tan solo se necesitaron cinco años para reconstruirlo. El fuego se extendió por el telón de terciopelo, arrasó con las butacas y con el techo de madera, que se destruyó por completo.
El 31 de enero de 1994 se declaró un incendio que calcinó el Gran Teatre del Liceu, situado en Barcelona. Las grandes llamas y la columna de humo, que podía verse desde cualquier punto de la ciudad, alcanzó una altura de 70 metros. Es decir, lo que equivale a un edificio de 20 plantas de altura. Las butacas, el escenario, la Sala del Teatro acabaron reducidos a cenizas.
Gracias a la rápida intervención de los bomberos, se consiguieron salvar el Saló dels Miralls, el vestíbulo, el Conservatori y el Cercle del Liceu, según el ‘National Cat’. Así, el principal objetivo del cuerpo de bomberos era evitar la propagación del fuego a los edificios de viviendas del Pla de la Boqueria.
La primera periodista en llegar al incendio del Liceu fue Neus Sala. Ella recuerda ese instante como si fuese ayer. “En ese entonces no existían los móviles para comunicarnos. Llamé a la Guardia Urbana y les pregunté por el incendio. Me dijeron que no creían que pudiesen pararlo”, sostiene Sala.
Algunos de los trabajadores se encontraban en el interior del Teatro cuando se declaró el incendio. Ellos subieron hasta el segundo piso y esperaron a ser rescatados por los bomberos y la policía. Muchos tienen en su cabeza ese instante donde el techo ya estaba derrumbado y por donde se colaba el reflejo de la luz del sol. Por suerte para el mundo de la cultura, a día de hoy el teatro luce como si no hubiese ocurrido nada.