Un terremoto de magnitud 7,7 sacude a Birmania y Tailandia: el seísmo deja edificios derrumbados y hospitales colapsados

Un terremoto de magnitud 7,7 ha sacudido el sudeste asiático. En el norte de Birmania ha dejado escenas apocalípticas, aunque sus temblores se han sentido más allá de sus fronteras. En Mandalay, la zona más afectada, habría al menos 200 muertos y 732 heridos. La Junta militar, que tiene el poder en la zona, ha declarado el estado de emergencia en seis zonas del país. El epicentro del seísmo ha estado en la ciudad de Mandalay, que ha sido cerrada, según informa Alejandro Oviedo.

Varios edificios se han derrumbado y los escombros han bloqueado las calles de Birmania. El temblor se ha notado también en Tailandia, donde se ha declarado el estado de emergencia y ya se han evacuado numerosos edificios residenciales y oficinas pese a estar a 600 kilómetros del epicentro del terremoto. Las autoridades han advertido de posibles réplicas.

Edificios colapsados en el centro de Mandalay tras el terremoto de 7,7

Los edificios han quedado a punto de colapsar en el centro de Mandalay, con los cimientos reventados, por un terremoto de magnitud 7.7. La mayoría de las estructuras de este tipo han sufrido daños graves por la inmensa fuerza del terremoto. El seísmo ha provocado un caos monumental en el noroeste de Birmania. Ni las motos han aguantado la sacudida. Desde el centro de la calle, se ha visto cómo se han desplomado los edificios.

El terremoto ha zarandeado vehículos como si fueran de papel y centenares de edificios no han soportado su fuerza. Una mezquita en Mandalay ha quedado destrozada con gente bajo los escombros y ha dejado al menos 20 muertos aplastados por el colapso. El epicentro del seísmo ha ocurrido a solo 17 kilómetros de aquí. El Comité de Gestión de Desastres de Birmania ha explicado que el fuerte seísmo estuvo seguido de otro de magnitud 6,4 que ha causado graves daños en la infraestructura del país.

Toneladas de agua han sacudido las calles con el seísmo

El pánico ha inundado las ciudades que han quedado devastadas y con hospitales colapsados. A 800 kilómetros, en Bangkok, el terremoto ha causado estragos. Aquí hay al menos 117 personas desaparecidas. Un operario de una grúa no ha tenido tiempo de salir de la cabina y ha salido despedido. En el barrio chino de este país, el terremoto ha sacudido los edificios mandando toneladas de agua a las calles. Las piscinas de las azoteas de hoteles y rascacielos se han desbordado con el seísmo.

Los trenes se han movido como si fuesen cunas gigantes ante la mirada perpleja de los viajeros en el andén. El caos y la urgencia por salir se han repetido en todos los edificios de la ciudad mientras los hospitales han tenido que sacar al exterior las camillas con los enfermos. Un rascacielos de 30 pisos en Bangkok ha reventado y se ha desplomado por el seísmo. Los empleados, con cascos, han huido despavoridos en busca de un lugar seguro.

"Estaba entrando el agua por el hueco de las escaleras y estábamos empapados", dice un español

Hay al menos ocho personas fallecidas y más de 80 siguen atrapadas entre los escombros, el amasijo de hierros y restos de bloques de cemento. El gobernador Apirak Kosayothin ha afirmado que los fallecidos se encontraban en el edificio hundido que estaba en su fase final de construcción en Chatuchak. El Instituto Nacional de Medicina de Emergencia (INME) ha resaltado en un comunicado que al menos 50 personas resultaron heridas en ese mismo lugar. Los servicios de emergencia han conseguido llegar al edificio y siguen las labores de rescate.

Roberto Villalobos, residente español en Bangkok, confiesa que se dio cuenta de lo que ocurría cuando "todo se empezó a mover": "Cogí las chanclas y salí corriendo del piso". "En una planta 42, empecé a correr por las escaleras. Había una piscina en la planta 34 que se había roto y estaba entrando el agua por el hueco de las escaleras y estábamos empapados", añade. Hay otros que, en ese momento de pánico, decidieron coger el ascensor y afortunadamente han vivido para contarlo.

Muchos han decidido dormir fuera de sus casas por las grietas de las viviendas

En la calle, el clima de histeria y confusión ha dejado a la ciudad completamente colapsada. La mayor preocupación ahora para los residentes es saber si es seguro dormir en su casa. "En mi piso ahora hay una enorme grieta en la pared y no es seguro pasar la noche. Ahora estoy en casa de un amigo y me quedaré aquí", explica Villalobos. A pesar de que la primera ministra de Tailandia ha recalcado que todos los edificios son seguros, las grietas han provocado que muchas personas duerman fuera de sus hogares.

Toda la ciudad ha estado pendiente del derrumbe tras la sacudida del fortísimo terremoto en Mianmar, a 1.000 kilómetros de distancia y grabado desde distintas perspectivas. El rascacielos estaba en plena construcción. Los servicios de emergencias se han adentrado con perros de rescate en busca de más víctimas en este trágico incidente que ha dejado decenas de heridos.

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