Un equipo de científicos en Australia ha logrado que un hombre con insuficiencia cardíaca salga del hospital con un corazón artificial total. El órgano, de tamaño muy reducido y de peso bastante ligero, es de titanio y se ha convertido en un hito para el campo de la medicina. Según informa Margari García Simón en el vídeo, el dispositivo fue diseñado para mantener vivos a los pacientes hasta que puedan recibir el trasplante, pero los científicos trabajan para que pueda ser una solución definitiva.
Por primera vez en la historia un paciente con un corazón artificial total ha podido salir del hospital y hacer vida normal durante más de 100 días. El órgano, fabricado en titanio, tiene un tamaño muy reducido y un peso bastante ligero.
“Esto es un gran avance, es realmente increíble”, admite el doctor Paul Jansz, cirujano de trasplantes. “este dispositivo se ha estado desarrollando durante 20 años. Es novedoso, ingenioso y su funcionamiento es realmente bueno”.
Con insuficiencia cardiaca grave, el paciente, un hombre australiano de 40 años, estaba en lista de espera para un trasplante de corazón. Al no haber donantes disponibles, en noviembre de2024, tras una operación de más de 6 horas, le implantaron el corazón artificial.
El doctor Daniel Timms, inventor del dispositivos y fundador de Bivacor, explica que el paciente “tuvo el dispositivo durante 104 días antes del trasplante, es decir, tres meses y medio, y durante ese tiempo recibió el alta hospitalaria, lo cual fue una primicia mundial para nosotros”.
A diferencia de otros corazones artificiales, éste carece de válvulas y es capaz de bombear sangre al cuerpo y pulmones, asumiendo la función de ambos ventrículos. Además, cuenta con latido propio y es capaz de autorregularse en función de la actividad física que se realice.
El cirujano de trasplantes explica que “los corazones antiguos son muy grandes y tienen muchas piezas móviles, válvulas que deben abrirse y cerrarse, por eso existe riesgo de fallo”. Pero “este tiene solo una pieza móvil giratoria. Un lado bombea a los pulmones, el otro al cuerpo, así que no hay puntos de contacto, no hay nada que pueda fallar en este dispositivo”.
Este corazón fue diseñado para mantener vivos a los pacientes hasta que fuese posible un trasplante, pero el objetivo final es que se convierta en una solución permanente, según afirma el doctor Timms. “Ese es nuestro objetivo, que los pacientes tengan una calidad de vida normal, y él la recuperó fuera del hospital. Esto nos da una gran esperanza para que en el futuro no necesiten trasplante y puedan vivir con el dispositivo el resto de su vida”.
El paciente fue la sexta persona en el mundo en recibir un corazón artificial total y el primer australiano en someterse al procedimiento. También fue el único de los seis en salir del hospital con el órgano artificial, mientras que el resto permaneció hospitalizado a la espera de un trasplante. El pasado mes de febrero, el paciente se sometió a una cirugía para un trasplante de corazón de donante este mes y se está recuperando bien.
Su caso marca así un avance medico sin precedentes, que puede suponer un punto de inflexión para las más de 26 millones de personas que padecen insuficiencia cardiaca.
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