El volcán Etna, uno de los más activos del mundo, se ha convertido en una víctima más del turismo masivo. Algunas personas bajan esquiando a pocos metros de las coladas de lava que barren la ladera del volcán. Cientos de vídeos que circulan por las redes sociales son la prueba de que hacerse la foto perfecta ya es casi imposible, según informa Lucía Cuñas y Sergio García García.
Desde que el volcán Etna entró en erupción, ocurren incidentes todos los días. El sábado, cuatro personas se perdieron cuando se acercaron demasiado a la lava y el domingo un hombre de 48 años sufrió una fractura en el pie. Este mismo lunes, hasta ocho personas no encontraron tampoco el camino de vuelta.
Todas las personas que necesitaron ayuda fueron encontradas sin la ropa adecuada y en estado de hipotermia. Uno de los agentes reconoce que la imagen es bonita, pero que mucha gente ha tenido problemas y se ha hecho daño por llegar hasta aquí. “Estamos aquí para cumplir las ordenanzas. Tenemos que evitar que los turistas se acerquen al flujo de lava”, dice su compañero.
Los equipos de emergencias no dan abasto. Y es que acercarse es tan impresionante como imprudente, así que es mejor quedarse con las imágenes que nos ofrecen los drones y que podemos disfrutar sin correr ningún peligro.
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