Donald Trump ha comenzado su mandato como presidente de Estados Unidos firmando 78 decretos en la celebración de su investidura. Hoy, ya han empezado las primeras deportaciones de migrantes irregulares que el magnate asocia con la delincuencia, según informa Sara Canals y Sergio García García. Su intención es elevar la cifra a 10.000 soldados en la frontera para ayudar a organizar vuelos y repatriar a 5.000 migrantes detenidos.

La Casa Blanca confirma que hay 300 detenidos de las primeras redadas pero no especifican dónde, lo que genera inquietud. Sobre todo, en aquellas ciudades demócratas con elevadas tasas de migrantes. El Departamento de Justicia ya ha amenazado a las autoridades locales con represalias si no cumplen con la ley y los arrestos. Pero los números no le respaldan.

Se estima que al menos 11 millones de personas residen de forma irregular en su país. Entre ellos, siete de cada 10 llevan más de cinco años allí y menos del 4% tienen antecedentes criminales. A pesar de ello, Trump sigue adelante con su plan de deportaciones y reforzando aún más la frontera con México. Trump ya ha sufrido su primer revés tras el bloqueo temporal de su decreto para ponerle fin a la ciudadanía por nacimiento.

Familias enteras esperan frente a la aduana del Chaparral para llegar a EE.UU, un sueño que ha acabado truncado por las primeras decisiones de Donald Trump en el cargo. Nidia Montenegro es venezolana, tenía cita para ir al país pero todas las entradas se han cancelado. “Yo duré cuatro meses en Tapachula esperando, ya quedamos en el limbo. No sabemos qué hacer, la alegría que tenemos hasta aquí nos llegó. No tienen en cuenta todo lo que hemos hecho nosotros como migrantes”, lamenta Montenegro.

Miles de migrantes siguen pendientes del teléfono y durmiendo con menores en tiendas de campaña mientras ven cada vez más lejos su sueño. Los funcionarios que trabajan en la frontera advierten que esto tendrá consecuencias inmediatas. “En mi experiencia, creo que nos vamos a encontrar con más persecuciones de vehículos y con más personas que intentan pasar de contrabando por la zona de matorrales. Y, por supuesto, nos vamos a seguir encontrando cadáveres en el río”, lamenta Valeriano Pérez, investigador del condado de Maverick.

Trump ha desplegado 1.500 militares en la frontera con México y el Pentágono proporcionará también transporte militar. El objetivo es un blindaje total con hasta 10.000 soldados que atajarán la migración a cerrojazo limpio. Son unas decisiones que Trump tomará desde el Despacho Oval.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos detuvo en el primer día bajo el mandato de Trump a 308 migrantes considerados "graves criminales". En Colorado, donde 162.000 migrantes están en peligro de deportación, están preparando líneas de ayuda telefónica, guías de derechos e iniciativas legislativas para defender a los migrantes de las expulsiones y de la previsible cooperación directa de la Policía con los agentes federales.

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