El fuego que comenzó el pasado 7 de enero en Los Ángeles deja un panorama desolador. Los incendios avanzan sin control a pesar del arduo trabajo de los bomberos, dejando hogares y vehículos completamente calcinados. La vista de dron y de satélite ponen en evidencia la devastación generada por las llamas, una devastación jamás vista en Los Ángeles.
Desde el pasado 7 de enero, los efectivos trabajan sin descanso para controlar todos los focos activos en el condado de Los Ángeles. El fuego ha devorado todo a su paso, dejando numerosas víctimas mortales. Más de 150.000 personas han tenido que ser evacuadas por la virulencia de los incendios, generando un paisaje prácticamente apocalíptico.
El fuego ha dejado barrios totalmente desérticos. Altadena, una de las zonas más damnificadas, cuenta únicamente con hileras de casas destruidas. Las rachas de viento de más de 160 kilómetros por hora y el clima seco han dificultado la extinción y el control de los incendios, generando que se extendiesen a una velocidad extrema. El fuego llegó a avanzar a cinco campos de futbol por minuto.
La vista satelital deja imágenes desoladoras. La evolución del fuego a través de infrarrojos es escalofriante: los incendios se han llevado consigo el barrio lujoso de Palisades y Oaks Avenue. Los incendios han arrasado ya más de 11.000 hectáreas
Miles de edificios han sido destruidos y la reconstrucción va a llevar mucho tiempo. Los daños y consecuencias son todavía incalculables. El fuego sigue saltando de casa en casa dejando únicamente las brasas.
La imposibilidad de poner bajo control los focos deja una sensación de impotencia en toda la población. Los Ángeles se ha convertido en un mar de llamas y se prevé que los daños sean aún mayores.
Ante la situación, el presidente Joe Biden ha asegurado que las autoridades están haciendo todo lo que está en sus manos para contener el fuego, pero "será un camino tremendamente largo. Va a llevar mucho tiempo". El presidente ha declarado el estado de desastre en el estado de California para un rápido acceso a los fondos federales. La Agencia Federal de Gestión de Emergencias también ha querido poner de su parte en la dramática situación, aprobando subvenciones para apoyar a las zonas más afectadas.
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