Conmoción en Reino Unido: Sara, la niña que murió de una paliza después de 10 años de maltrato
A los padres le retiraron la custodia cuando Sara tenía ocho meses porque le golpeaban
La niña fue al colegio con huesos rotos, mordeduras y quemaduras por el cuerpo
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El asesinato de Sara Sharif, a manos de sus padre y su pareja, ha conmocionado a Reino Unido y pone en duda a los servicios sociales porque sabían que la pequeña sufría torturas en casa. Según informa Daniel Postico y Cristina Herráez, tuvieron hasta 15 ocasiones para intervenir pero no lo hicieron.
A los padres le retiraron la custodia cuando Sara tenía ocho meses por el maltrato que recibía, aunque se la devolvieron. La niña fue al colegio con huesos rotos, mordeduras, quemaduras e incluso le ocultaron moratones de la cara con un hiyab, ya que eran musulmanes.
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El asesinato de Sara pone en duda el trabajo de los servicios sociales
Los padres de Sara empezaron a educarla en casa cuando las señales del maltrato eran más que evidentes. Hasta que la mataron de una paliza. Ahora, en Reino Unido piden una revisión de la Ley de Protección de Menores. Las imágenes de la niña de 10 años cantando con una guitarra emocionan al conocer su historia. Su muerte deja varias preguntas sin responder: ¿Cómo es que nadie se dio cuenta de que Sara era maltratada brutalmente por su padre y su mujer?
Y es que su tío, conocedor de los abusos, no hizo nada para impedirlo. Tampoco se entiende la falta de actuación por parte de asuntos sociales. “La muerte de Sara ha sido uno de los casos más difíciles y angustiosos que la Policía de Surrey ha abordado”, sostiene Craig Emmerson, jefe de la Policía de Surrey. La pequeña fue encontrada fallecida en una litera en la casa familiar en Surrey.
La pequeña presentaba 71 lesiones y 25 fracturas en el cuerpo
La autopsia mostró que Sara tenía 71 lesiones internas como hematomas, quemaduras y mordeduras y 25 fracturas, de las cuales, 11 eran en la columna vertebral. El padre la había matado dos días antes y huyó a Pakistán, desde donde llamó a las autoridades para confesar que la había golpeado demasiado.
Sharif, de 43 años, y Beinash Batool, de 30, fueron condenados por el asesinato de la pequeña tras un juicio de ocho semanas en Old Bailey. El martes se conocerá la sentencia de un caso que ha conmocionado al Reino Unido y ha puesto en el punto de mira los fallos del sistema.
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