Los horrores vividos en la prisión del régimen de Bashar al-Asad, el ‘matadero humano’: no encuentran más prisioneros
Muchos sirios llegaron a la prisión de Saidnaya, conocida como 'el matadero humano', buscando a sus familiares desaparecidos
Se estima que, tan solo entre 2011 y 2018, 30.000 personas murieron en esta prisión
¿Cómo han conseguido las fuerzas rebeldes tomar Siria en tan poco tiempo y quién es su líder?
Tras la caída del régimen de Bashar al-Asad en Siria, Mohammed al-Bashir es el nombre elegido para formar el nuevo gobierno mientras siguen saliendo a la luz los horrores del anterior. Los rebeldes han terminado la búsqueda en una de las cárceles más temidas del régimen de al-Asad, según informa Marcos Méndez y Ana Lorenzo en el vídeo, conocida como 'el matadero humano'. Había corrido el rumor de que podría haber cámaras ocultas o incluso fosas comunes, pero los rebeldes la han rastreado completamente y han negado su existencia. Miles de familiares han ido a las puertas de la prisión para intentar saber algo de lo que ocurrió con sus seres queridos.
Muchos sirios llegaron a la prisión de Saidnaya, conocida como 'el matadero humano', buscando a sus familiares, recorriendo instalaciones inaccesibles durante décadas en las que eran encerrados opositores al régimen de al-Asad.
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En este lugar se produjeron torturas y ejecuciones masivas, muchos fueron ahorcados y ahora algunos familiares que se han desplazado hasta la prisión muestran a las cámaras las sogas que probablemente se usaron en estas ejecuciones.
Después de que los rebeldes abrieran sus puertas y de que los reclusos huyeran, los familiares intentan buscar pistas de presos desaparecidos, entre los informes o intentado acceder a celdas subterráneas.
Los equipos de emergencia, conocidos como Cascos Blancos, han anunciado el fin de sus operaciones de búsqueda en la cárcel y no han encontrado más prisioneros. Muchos han perdido la esperanza de tener noticias de sus seres queridos.
"La gente de al-Asad destruyó los documentos y las cámaras para impedir que se conociera la masacre", dice un hombre. Mientras, una mujer que se ha trasladado hasta aquí afirma que "en 2014, me dijeron que mi hermano había muerto y que no volviera".
Se estima que, tan solo entre 2011 y 2018, 30.000 personas murieron en esta prisión, ejecutadas, torturadas, por falta de atención médica o hambre.
El líder rebelde, Abu Mohammed Al-Joulani, promete recompensas por información sobre los responsables de torturas durante el régimen de al-Asad. Mientras, en la morgue de un hospital de Damasco afirman haber encontrado al menos 40 cadáveres con signos de tortura.
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