Tras la caída del régimen de Bashar al Assad en Siria, miles de personas regresan a casa tras años de exilio y largas colas de coches se agolpan en la frontera para volver al país. En las calles se sigue celebrando el triunfo rebelde. Según informan Andrés Mourenza y Cristina Herráez en el vídeo, la residencia presidencial y los edificios oficiales han sido saqueados y los opositores al régimen que estaban encarcelados ya han sido liberados. La pregunta ahora es ¿quién va a tomar las riendas del país?

Más de medio siglo después la dictadura de la familia Al Assad ha llegado a su fin y después de 13 años de guerra civil el país inicia un futuro incierto. En las calles de Damasco, cientos de personas celebran la caída del régimen de Al Assad con cánticos y disparos al aire de milicianos y civiles, pero, además, muchos refugiados sirios ya están retornando a su país.

Turquía acoge a más de 3 millones de ciudadanos sirios y cientos de ellos se agolpan en los pasos fronterizos deseando regresar a su país. Para ello tienen que hacer gestiones porque tiene que renunciar al estatus de protección que tienen hasta ahora. La mayoría lleva más de una década sin pisar su país y muchos escaparon para evitar el reclutamiento forzoso del ejército de Bashar al Assad o para huir de los bombardeos del régimen

En el primer día de una nueva era para Siria, decenas de personas, en su mayoría hombres, han salido a las calles de Damasco pasado el toque de queda. Celebran la caída del régimen de Bashar al Assad con cánticos, disparos al aire y mucha emoción desbordada, "hemos vuelto a nuestro país y hemos visto a nuestras familias y seres queridos, gracias a Dios".

Siria se ha convertido en una fiesta plagada de signos de victoria y dedos en alto, símbolo de Alá es grande. "No puedo describir el sentimiento: es un sueño, un sueño del que aún no hemos despertado", dice uno de los ciudadanos.

Los hombres que celebran la caída del régimen se hacen fotos con la nueva bandera, con la franja verde arriba. La bandera de la independencia de los rebeldes que se han hecho con el poder. De su actuación en los próximos días va a depender que países como el Reino Unido dejen de considerar a los islamistas como grupo terrorista por sus pasados vínculos con Al Qaeda. En principio han asegurado que van a optar por la moderación.

El reto es grande: islamistas, laicos y kurdos van a tener que ponerse de acuerdo, pero la euforia es inmensa. "Estábamos asustados, aterrorizados y vivíamos una pesadilla, dentro de una gran prisión, como si estuviéramos presos en una gran prisión", dicen.

Miles de refugiados sirios están regresando desde Jordania, en el sur, o en el norte desde Turquía, donde el régimen de Erdogan puede jugar ahora un papel clave en el futuro de Siria y de todo Oriente Próximo.

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