Luigi Mangione, el joven acusado del asesinato del CEO, se ha convertido en un icono sexual en redes sociales. Miles de usuarios no han parado de subir editados, memes y alabanzas a su gesta. Algunos han llegado a tatuarse sus balas o su cara y cada nueva imagen que sale de Luigi es celebrada, según informa Mamen Sala.

Mangione se ha declarado inocente y ha indicado que no quiere ser juzgado en Nueva York. Se trata de una estrategia legal para ganar tiempo, preparar la defensa y pelear por la libertad bajo fianza que, según su abogado, Thomas Dickey, se la han negado injustamente. El letrado ha afirmado que su cliente no enfrenta un delito de asesinato en Pensilvania y que debería de fijarse una cantidad.

Los cargos a los que se enfrenta Luigi Mangione solo se le pueden acusar en Nueva York. La Fiscalía y la gobernadora trabajan en el traslado que podría demorarse 45 días. El abogado del joven ha destacado que su cliente es inocente y que la prensa no volverá a ver las imágenes que se vivieron ayer a la entrada de los juzgados.

La prensa aplicó todos sus esfuerzos para documentar la llegada de Luigi al juzgado. Los agentes le bajaron del coche con el mono naranja de la cárcel. El joven giró la cabeza y gritó a los medios que "está completamente fuera de lugar y que es un insulto al pueblo estadounidense y a su experiencia de vida". Todo antes de que lo metiesen en el juzgado del condado de Blair en Pensilvania.

El letrado defiende que Mangione se opone a ser extraditado porque están intentando retrasar la solicitud de extradición al lugar donde ocurrió el crimen. La gobernadora de Nueva York y los fiscales de Manhattan lo acusan de asesinato y han tramitado una orden de arresto que podría ayudar a acelerar su traslado a Pensilvania. Luigi está detenido sin derecho a fianza en Pensilvania por posesión de un arma de fuego sin licencia, falsificación de documentos y entregar una identificación falsa a la Policía.

La pena por su crimen en Nueva York oscila entre los 15 años y la cadena perpetua. El informe de las autoridades asegura que, en su manifiesto, el sospechoso veía el asesinato como un desafío directo a “la corrupción y los juegos de poder de la industria de la salud”. Así, puede leerse una frase esclarecedora: “Estos parásitos simplemente se lo merecían”. La Policía destaca que se ve a sí mismo como un héroe que ha actuado ante las injusticias y están preocupados porque puedan verlo como un mártir o un ejemplo a seguir.

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