Comienza el juicio por un caso que ha conmocionado a Francia. Según informa Laia Forés, 51 hombres se sentarán en el banquillo acusados de haber violado a una mujer de 72 años durante una década. El marido de la víctima la drogaba antes de los encuentros y obligaba a los hombres que siguiesen unas normas para abusar de ella.
La víctima septuagenaria fue violada 92 veces a lo largo de una década mientras estaba en un estado de seminconsciencia. Su marido era quien buscaba a los hombres en una web de contactos y, antes de las citas, drogaba a la mujer. La víctima se enteró cuando las autoridades detuvieron al marido por otro caso y encontraron los vídeos donde aparecían los hechos.
Gisèle P. empezó hace unos años a tener pérdidas de memoria, pero no fue hasta el año 2020 cuando descubrió la causa que había detrás. Su marido, Dominique Pelicot, estuvo mezclando somníferos en su comida y bebida para dejarla en un estado de seminconsciencia antes de las violaciones -que estuvieron realizando decenas de hombres- durante casi una década.
La víctima se enteró de los hechos después de que las autoridades lo detuviesen por otro caso. Tras analizar el material informático, descubrieron miles de archivos de fotos y vídeos en los que se mostraba los abusos hacia la mujer. Los investigadores han podido identificar a 51 hombres que violaron a la víctima con una edad comprendida entre los 25 y 75 años. Dominique Pelicot confesó que lo hizo porque le gustaba ver cómo la tocaban otros hombres.
Durante la fase de instrucción, se contabilizaron 92 violaciones y fueron identificados 51 hombres que, según el marido de la víctima, conocían que la mujer estaba bajo los efectos de los medicamentos. El Tribunal de Aviñón juzgará a Dominique Pelicot y a los 51 hombres que abusaron de la mujer y que se enfrentan a 20 años de cárcel.
Entre las normas que tenían que cumplir para ir a la casa eran no oler a perfume ni a tabaco, tener las manos calientes, desvestirse en la cocina y no despertarla. La mujer sufre estrés postraumático, no recuerda nada de las violaciones y tiene cuatro enfermedades de transmisión sexual. Tras el arresto del marido, se le implicó en otros dos casos sin resolver: un asesinato y violación en París en 1991 y un intento de violación en 1999. Este último sí lo admitió tras aparecer restos de su ADN.
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