Los israelíes han salido a las calles para realizar la primera huelga general desde que comenzó la guerra. Tras más de 300 días de conflicto, todos han acudido con un objetivo: presionar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que acepte un acuerdo cuanto antes. Según informa Lara Escudero, el Tribunal Laboral de Israel ha ordenado el fin de la huelga por considerar que tiene fines políticos. Mientras, Israel continúa con la ofensiva en Cisjordania sin dar señales de un posible alto el fuego.
Esta primera huelga general ha movilizado a diferentes sectores de la economía, a trabajadores de compañías eléctricas e incluso ha afectado al aeropuerto de Tel Aviv, donde algunos vuelos han sido cancelados durante dos horas y los establecimientos han estado vacíos durante la mañana.
Los israelíes han demostrado que quieren una solución a la guerra contra Hamás. En esta huelga multitudinaria -convocada por la principal agrupación de sindicados ‘Histadrut’- han dejado claro cuál es el motivo que hay detrás de esta concentración multitudinaria: forzar a Benjamín Netanyahu a que pacte una tregua con Hamás y acuerde así la liberación de los rehenes que todavía siguen secuestrados en Gaza.
Ellos culpan al primer ministro de Israel de la muerte de los seis rehenes encontrados muertos durante este fin de semana en un túnel de la Franja de Gaza. Seis personas que, según los medios israelíes, iban a ser utilizadas como moneda de cambio en unas negociaciones fallidas. “Ayer fue quizás el día más duro, porque nos enteramos de que seis rehenes fueron asesinados después de sufrir durante 11 meses. No podemos quedarnos al margen", ha señalado Yehuda Ullman, cirujano del Hospi8al Rambam.
"Toda la gente de Israel quiere que nuestros amigos y hermanos regresen de Gaza y sean libres", ha subrayado Zamy Moldovan, un residente de la zona. De momento, estas peticiones no han llegado a Benjamín Netanyahu, quien sigue reacio a alcanzar un alto el fuego con Hamás. El tribunal de Bat Yam ha ordenado que la huelga sea desconvocada poco antes de empezar, aunque todos han asistido e incluso han realizado piquetes en las autopistas de la zona.
Esta decisión ha sido aplaudida por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien ha reiterado a través de su cuenta en la red social X que la convocatoria “era política e ilegal”. "El tribunal aceptó nuestra posición y determinó que la huelga de (el sindicato mayoritario) Histadrut era política e ilegal. No es posible dañar la economía israelí y servir así a los intereses de (el líder de Hamás en Gaza, Yahya) Sinwar y Hamás", ha concluido.
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