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Alta tensión en Alemania ante unos comicios regionales que llegan en medio de una fuerte crispación política y con el gobierno de socialistas, verdes y liberales en horas bajas. Hoy se mide la fuerza real de la extrema derecha, que encabeza los sondeos en Turingia, uno de los dos Lander que va a las urnas.
En el otro, en Sajonia, Alternativa para Alemania es la segunda opción. El extremismo euroescéptico y prorruso ha crecido al calor del rechazo a la inmigración. Por primera vez desde la fundación de la República Federal podría salir vencedor en uno de sus 16 Estados.
No obstante, la extrema derecha va a tener difícil formar gobierno por el cordón sanitario impuesto por el resto de las fuerzas políticas, pero estas elecciones van a tener un impacto a nivel federal. Todo indica que los partidos que forman la coalición de gobierno en Berlín, presidido por Olaf Scholz, va a quedar extremadamente debilitada.
Si hay un tema que ha dominado la campaña electoral es la inmigración. El mayor país de acogida de refugiados de toda la Unión Europea ha decidido cambiar de rumbo y endurecer sus políticas.
En los últimos meses el gobierno de Olaf Scholz ha endurecido la política migratoria, pero la oposición pide más. Hace diez días, un triple asesinato ha sacudido el país. Su autor fue un solicitante de asilo siro con orden de deportación.
Justo antes de estas elecciones en dos estados del este con la extrema derecha reforzada, las encuestas dan a Alternativa para Alemania la victoria en Turingia y un segundo puesto en Sajonia. Más presión para el gobierno de Berlín.
El canciller acaba de dar un golpe de efecto deportando a Afganistán a 28 delincuentes. No se hacía desde la vuelta al poder de los talibanes en 2021. Un gesto dos días antes de unas elecciones que pueden provocar un terremoto político en Alemania.
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