Unos coches por los canales de Ámsterdam. Se trata de una experiencia que lleva celebrándose desde 1987 y que, a partir de ahora, ya no se podrá hacer. Estos vehículos anfibios, lejos de hundirse, surcan las aguas de la capital holandesa por última vez. En esta ocasión, los propietarios han navegado equipados para estar preparados para cualquier incidencia.
“La gente quiere verlo. No importa si tiene tres años u ochenta. Todo el mundo está feliz de vernos”, asegura Roy Bolks, coorganizador. En total, 100 propietarios han asistido a este evento peculiar que quedará para el recuerdo.
Los canales de Ámsterdam se llenan de coches anfibios. “Esta es la última vez porque se empezarán a aplicar algunas normas sobre motores”, afirma el coorganizador Roy Bolks. La ilusión de las últimas veces ha influido en la cantidad de los coches que han participado. “Todo el mundo tiene que pensar en el medio ambiente y lo entendemos, pero es una lástima que no podamos fabricar estos coches simplemente eléctricos”, añade Onno Den Boer, participante holandés.
Los 100 propietarios que han participado en esta celebración han ido equipados con todo lo necesario en caso de emergencia. “Pero probablemente no lo necesitemos. Ayer probamos el auto y está funcionando”, dice Onno Den Boer. La experiencia de tantos años les da la tranquilidad de que no pase nada. El año que viene, el claxon de estos coches ya no sonará por los canales de Ámsterdam.
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