El equipo de los informativos de Noticias Cuatro ha visitado a las dos ballenas belugas que llegaron desde Ucrania al Oceanogràfic de Valencia hace dos semanas en una misión de rescate histórica. Las belugas, tuvieron que realizar más de 4.000 kilómetros por tierra y aire para evitar su muerte en la ciudad de Járkov. Plombi y Miranda, las dos belugas, ya están casi adaptadas. El viaje para llegar a Valencia fue largo y la logística un gran reto.
Un equipo de veterinarios las ayuda a recuperarse de las adversidades de la guerra. Ellas fueron rescatadas del Delfinario Nemo en Járkov, una ciudad arrasada por la guerra en la que estas dos belugas no tenían ningún futuro. Daniel García, director de operaciones del Oceanogràfic, comenta: “Lo importante es ofrecerles calma, un entorno más o menos controlado, que arranquen a comer”.
Las belugas estaban acostumbradas a los sonidos de las bombas, pero ahora ya llevan dos semanas en el Oceanogràfic. Daniel García cuenta: “Empiezan a jugar con juguetes, que es muy importante estimularlos para que reciban ese nuevo entorno como positivo. Se están conociendo también con las otras dos belugas a través de las compuertas. Todo eso es parte del periodo de adaptación”.
Las belugas tuvieron que recorrer más de 4.000 kilómetros por tierra y por aire. La salud de Plombi, un macho de 15 años y de Miranda, una hembra de 14 años; evoluciona favorablemente. La guerra en Ucrania complicaba el suministro y el cuidado de estos animales, por lo que tuvieron que ser trasladas por tierra desde Járkov a Odesa, donde pasaron una revisión antes de llegar al aeropuerto de Chisináu (Moldavia).
Todavía permanecen aisladas, pero pronto conocerán a sus compañeras del Oceanogràfic. Daniel García explica: “Tienen en principio dialectos diferentes porque son de orígenes diferentes. En función de su tipo de silbidos, también podemos saber si esa relación entre compuertas es más afiliativa o agresiva”.
El Oceanogràfic es el mayor acuario de Europa y el único del continente que alberga belugas en sus instalaciones. Se trata del centro de conservación marina más próximo a Ucrania y está acreditado por los organismos internacionales más rigurosos sobre bienestar animal. Desde que comenzó el conflicto en Ucrania el pasado 2022, el Delfinario Nemo ha estado evacuando a la mayoría de los animales de sus instalaciones.
Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, expuso que este rescate se realizó en una situación de extremo peligro y que constituye un hito histórico a nivel mundial en materia de protección animal. Carlos Mazón aseguró: “Es un honor que el Ocenogràfic cuente con dos nuevas belugas que han sido rescatadas del horror de la guerra en Ucrania y han vivido una situación difícil en los últimos meses, y que los grandes profesionales que tiene el Oceanogràfic van a trabajar intensamente para que se recuperen”.
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