Las redes y los populismos llevan años cocinando la polarización. Así lo hemos visto con imágenes como la de Estados Unidos y el asalto al capitolio, también con las 59 condenas de cárcel tras el asalto de afines a Bolsonaro a la sede de los tres poderes de Brasilia, o lo que ocurrió en Reino Unido, cuando en plena campaña del Brexit, un partidario de abandonar la Unión Europea asesinó a la laborista Jo Cox por defender la permanencia.
La polarización se extiende. Así lo dice el Observatorio Edelman, que mide la desconfianza hacia el Gobierno, empresas y medios de comunicación. Los ejemplos más claros los podemos ver en Estados Unidos, Brasilia y Reino Unido.
El Observatorio Edelman destaca que España, junto a Estados Unidos y Suecia, son los países más polarizados. En un segundo nivel se encuentra Francia, Italia, Alemania y Reino Unido. Si nos fijamos en el nivel moderado, encontramos a Irlanda.
En cuanto al ranking que mide la población de extrema derecha e izquierda, hay tres países que suman casi una cuarta parte de la población ubicada en los extremos: Francia, Italia y España.