Irán cumplió con la amenaza que llevaba días anunciando y esta pasada madrugada atacó con más de 300 drones y misiles a Israel en respuesta al bombardeo en su Consulado de Damasco, la capital de Siria, a comienzos del mes de abril.
Unas horas después del lanzamiento, las fuerzas israelíes, su cúpula defensiva y los cazas estadounidenses y británicos neutralizaban el 99% del material militar.
Para aclarar algunas dudas sobre el conflicto, el almirante retirado Juan Rodríguez Garat ha concedido una entrevista este domingo a Noticias Cuatro.
Rodríguez Garat considera que "difícilmente podría haber sido más eficaz y destructivo" el ataque iraní y que el hecho de lanzar los drones antes que los misiles de crucero y los misiles balísticos es por tratar de "ajustar el tiempo de llegada a sus objetivos".
"Con los drones, que no son armas muy potentes ni complicadas de derribar, se pretende confundir a los sistemas. Y para que lleguen a la vez, tienen que ser disparados varias horas antes", explica.
El secreto del logro del sistema defensivo israelí es que dispone de "muchas capas", empezando por "una exterior" que son los aviones de combates, los que sirven "para interceptar".
En este caso, añade Rodríguez Garat, han sido apoyados por otros países como Estados Unidos y Reino Unido, pero "no habría hecho falta porque Israel cuenta con suficientes aviones para llevar a cabo esa tarea".
Después de los misiles balísticos que pueden atravesar la cobertura de los aviones fuera del territorio israelí, están los misiles de gran alcance. Y la denominada cúpula de hierro, según el almirante, "es perfectamente capaz de lidiar con los misiles que lanza Hezbolá y con los pocos misiles que hayan podido pasar las capas anteriores".
Por otra parte, no cree que hubiese sido más letal la ofensiva iraní sin la participación norteamericana y británica, la cual tiene "más sentido político que militar". Simplemente, ambos países "han querido poner su bandera al lado de la israelí".
"Sin ellos -aclara el militar-, Israel habría tenido que emplear más aviones, pero dispone de sobra para defenderse de un ataque de este tipo".
Rodríguez Garat dice que "es muy difícil que no haya una represalia, una respuesta, porque es la primera vez en la historia que Irán ataca directamente a Israel". Y puntualiza que "lo que sí podemos esperar y pedirle a Benjamin Netanyahu (primer ministro israelí), y cuando luego le toque el turno también a Teherán, es que esto no se convierta en una escalada".
"Si van a tener que seguir dándose bofetadas el uno al otro, que lo hagan de la misma manera que lo han hecho hasta ahora. De forma que, en lugar de convertirse en una escalada, se convierta en los mismos pasos repetidos sobre una escalera deslizante que los va llevando hacia atrás", indica el almirante.
De este modo, por lo menos, "proporcionan tiempo para que, poco a poco, como ocurre en todas las crisis de Oriente Próximo, se vayan calmando los ánimos y se vayan apagando los ecos de este ataque".
Cuestionado sobre si existe alguna posibilidad de éxito de Irán en caso de comenzar una guerra abierta con Israel, Rodríguez Garat señala que ambas naciones "no tienen frontera" y que "la única ventaja" con la que cuenta Teherán es que "su Ejército de Tierra es muy grande".
Por lo tanto, "el único modelo de guerra que pueden tener de modo convencional es este intercambio de misiles y de drones".
El almirante retirado agrega que "lo que es más peligroso, la verdadera arma iraní, es la que ha utilizado siempre en estos casos". Es decir, recurrir a sus aliados para que "realicen ataques militares o terroristas, dependiendo de las circunstancias".
Para concluir, advierte de que "ese es el camino por el que podrían llegar complicaciones políticas para los dos países". Y lanza un deseo: "Espero que ninguno de los dos se adentre por este terreno".