La gripe aviar es un virus que podría llegar a causar la próxima pandemia. Ya deja cientos de millones de aves muertas y ha llegado incluso hasta la Antártida. Lo han descubierto científicos españoles que trabajan en la base ‘Gabriel de Castilla’ y que han hablado con ‘Noticias Cuatro’.
Los científicos trabajan con los EPIs (Equipos de Protección Individual) en una pingüinera de la Isla Decepción en la Antártida. Son dos españoles del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), Antonio Alcamí y Ángela Vázquez. Han estado en la base ‘Gabriel de Castilla’ durante dos meses para buscar virus de la gripe aviar y los encontraron por primera vez en la Antártida.
Antonio Alcamí comenta que es complicado porque hay muchísimo viento, por lo que cuando tomas una muestra tienes que estar continuamente protegiéndote y pendiente de que no se vuele el tubo. Añade que esperaban que saltara a la Antártida, de hecho, es la razón por la que ellos están allí. Además, dice que ha tardado más en llegar de lo que ellos estimaron, por lo que son buenas noticias, ya que, si hubiera llegado en diciembre, hubieron encontrado la pingüinera plagada de cadáveres.
El caso es que esperaban encontrarlo en los pingüinos, pero Antonio afirma que los han descubierto en unas aves migratorias llamadas págalos, que emigran desde Sudamérica o de las islas subantárticas hasta la Antártida. Era el único continente al que todavía no había llegado la gripe aviar. También cuenta que el virus presente en los págalos presenta una mutación que lo hace altamente patogénico, porque los animales mueren debido a una infección en el sistema nervioso, por lo que les es fulminante.
Antonio piensa que podría ocurrir lo mismo con los humanos, pero el virus no ha aprendido todavía cómo transmitirse a las personas. La cuestión es que ya ha saltado, porque se han registrado 882 casos en todo el mundo desde 2003. Son pocos todavía y muy aislados, debido a que el virus es muy letal, pero poco contagioso.
Antonio confirma que este virus tiene potencial pandémico, de hecho, hay mucha vigilancia en todo el mundo. Por ello, los científicos han comenzado a desplazarse hasta la Antártida. También dice que vuelven a España con tristeza, pero que la situación es mejor de lo que ellos esperaban encontrar. Los pingüinos se quedan a salvo del virus de momento, porque ya está allí y es cuestión de tiempo que vaya saltando a otras especies.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recoge que el principal factor de riesgo de infección en seres humanos por la gripe aviar se da en la exposición a aves de corral infectadas, vivas o muertas, o a entornos contaminados, como los mercados de aves vivas. Otros factores pueden ser el sacrificio, el desplume o la manipulación de carcasas de aves de corral infectadas, y la propia preparación de las aves para el consumo, sobre todo en los hogares.