El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha liderado una cumbre en apoyo a Kiev en París. Una veintena de líderes europeos y de la OTAN han acudido a la reunión tras cumplirse dos años de conflicto. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha asistido. El objetivo es dejar claro que Vladimir Putin, quien celebra su gran victoria en Avdiivka, no va a ganar. Mientras, Ucrania sigue con escasez de munición y de reclutas.
"Queremos enviar a (Vladimir) Putin un mensaje muy claro de que no ganará en Ucrania (…) Nuestro objetivo es aplastar esta idea que él quiere hacernos creer que de alguna manera estaría ganando", ha anunciado un asesor de la Presidencia de Francia.
En las últimas horas, el Ejército ruso ha reclamado la toma de la aldea de Lsatochkine, cerca de Avdiivka. El asesor del Gobierno ha subrayado que no se trata de una reunión para anunciar nuevas entregas de armas, a pesar de que Ucrania sigue pidiendo a sus aliados más armas y municiones.
Esta cumbre tiene como meta evaluar las formas de ser más eficientes en el terreno y aumentar la coordinación entre los aliados y Kiev. La Unión Europea no está cumpliendo con su objetivo de enviar un millón de proyectiles de artillería para marzo, aunque el suministro de municiones sigue siendo un asunto crítico para el Ejército ucraniano.
"Me limitaré a decir que estas tesis implican que varios Estados miembros de la OTAN y de la UE están considerando enviar sus tropas a Ucrania de forma bilateral", ha explicado Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia. Y es que Ucrania cuenta con una población tres veces menor a la de Rusia.
Volodímir Zelenski ha anunciado que Moscú piensa lanzar su ofensiva a finales de mayo o el próximo verano y ha advertido que su Ejército tiene un plan claro para el campo de batalla. Así, ha advertido que se debe mantener un frente unido y que la victoria de Ucrania depende del apoyo de Estados Unidos y Europa. Zelenski señaló que 31.000 soldados de su país han muerto, desde que se inició la invasión rusa, el 24 de febrero de 2022.