El elemento que muchos llevan en el coche y puede costar 400 euros de multa

Bola de remolque instalada en un coche

La normativa de tráfico en España es cada vez más estricta en lo que respecta a la seguridad vial y al cumplimiento de las condiciones técnicas de los vehículos. Sin embargo, todavía son muchos los conductores que desconocen que ciertos accesorios instalados en sus coches pueden llegar a acarrear sanciones económicas importantes si no cumplen con la regulación vigente. Uno de estos elementos, y además entre los que más sanciones genera, es la bola de remolque, un dispositivo que, si no está homologado o instalado correctamente, puede costarle al conductor hasta 400 euros en multas.

La Dirección General de Tráfico (DGT) establece normativas claras sobre su uso, instalación y desmontaje, con el objetivo de garantizar la seguridad en la vía y evitar riesgos para otros conductores. Aunque la mayoría de los usuarios instalan este accesorio con fines prácticos, muchas veces lo hacen sin seguir los procedimientos adecuados, lo que puede derivar en sanciones económicas de distinta cuantía.

Normativa de la DGT sobre la bola de remolque

La instalación de una bola de remolque en un vehículo se considera una reforma de importancia, lo que significa que debe cumplir ciertos requisitos técnicos y administrativos para ser legal. De acuerdo con el Reglamento General de Vehículos, este accesorio debe estar homologado y su instalación debe ser certificada por un taller autorizado.

Una vez instalado, el conductor dispone de un plazo de 15 días para acudir a una estación de Inspección Técnica de Vehículos (ITV), donde se verificará que la instalación que se ha realizado cumple con la normativa. En caso de que el propietario del coche no acuda a la ITV en este plazo, se expone a recibir una multa de 200 euros.

Otro punto clave es la visibilidad de la matrícula y las luces traseras. Si la bola de remolque obstruye total o parcialmente la matrícula del vehículo o sus señales luminosas, la sanción puede ascender otros 200 euros. En total, la combinación de ambas infracciones podría llevar al conductor a contraer una obligación de pago de hasta 400 euros en multas.

Según la normativa vigente, la bola de remolque solo debe permanecer instalada cuando realmente se necesite, es decir, cuando se va a utilizar para remolcar un accesorio. Si no se está usando, es recomendable retirarla para evitar cualquier tipo de sanción. En el caso de que interfiera con la visibilidad del vehículo tener la bola puesta supondría de nuevo una sanción, que también sería de 200 euros. 

La bola de remolque es un accesorio muy útil para quienes necesitan transportar remolques o portabicicletas, pero su instalación y uso indebido pueden derivar en sanciones de hasta 400 euros. La normativa de la DGT es clara en este sentido, y exige que cualquier accesorio que altere las características técnicas del vehículo debe ser debidamente homologado y registrado en la ITV.

Para evitar sanciones, es fundamental seguir la normativa vigente, cumpliendo con los requisitos legales citados y, además, desmontar la bola de remolque cuando no se esté utilizando. A esto hay que añadir que se debe revisar la documentación del vehículo al adquirirlo de segunda mano para evitar sorpresas desagradables.